Es una mujer trabajadora que tiene tres hijas, vive en el barrio Jardín y trabaja como limpiadora de un colegio de Yby Yaú, Concepción, desde enero de este 2020. Los docentes de dicha institución comenzaron silenciosamente a construir una casita para esta humilde señora que diariamente cumplía con sus labores.
La comunidad educativa se unió en solidaridad para construirle una vivienda y de esta forma hacer una realidad para estas niñas de tener su casa propia, más adecuada que la anterior, que era una especie de choza.
El director del colegio, Neri Silvestre, manifestó que un grupo de docentes empezó esta maratón a golpear casas, ferreterías, a otros educadores, a los padres de familia, a los ex compañeros y otros miembros de la comunidad educativa para juntar lo necesario para la construcción. De esta manera, muchos dieron su granito de arena para que se haga realidad el proyecto. La casa la construyeron en ocho días en el predio donde residen las beneficiadas.
“Queremos agradecer a todas las personas hicieron posible y que apoyaron este trabajo, y demostrar que todos juntos sí podemos”, expresó Silvestre. La inversión rondó los G. 7 millones aproximadamente y es un orgullo para la comunidad educativa, así como también una bendición por haber ayudado a una hermana indígena para que pueda tener su casa propia.
La entrega se hizo el fin de semana. La profesora Gloria Quevedo se refirió que fue un logro muy importante, teniendo en cuenta la precariedad en la que estaba viviendo con sus tres hijas. “Vimos esta necesidad de unirnos en solidaridad para que la señora pueda vivir mejor junto con sus hijas”, agregó.
Por su parte, la beneficiada manifestó que haces tres años que está viviendo en la choza y no ocultó su alegría al recibir la llaves de su casa de parte de los docentes del Colegio Mártires de Cerro Corá.
Quizás le interese: Bomberos repartieron almuerzos a familias necesitadas en Yby Yaú
Reyes, en forma de anécdota, contó que cuando llovía igual se mojaban todos. Las niñas lloraban porque se mojaban y tenían frío a la noche porque se mojaban”, rememoró. Hoy, las niñas de 11, 9 y 2 años están contentas porque ahora “cuando llueva igual vamos a dormir bien, sin mojarnos”.
Por otro lado, la mujer indicó que no tiene ninguna ayuda social del Gobierno al ser consultada por la prensa en el acto de entrega.
El licenciado Neri Silvestre agradeció de todo corazón a todas las personas que hicieron posible para que la señora con su tres hijas tengan una vivienda digna.