En forma unánime, los jueces Cristhian González, Darío Báez y Gloria Hermosa le aplicaron la alta pena al ex policía por el delito de feminicidio, ocurrido el 1 de febrero del 2023 en Loma Pytã, en las cercanías del centro educativo donde enseñaba la víctima, lo que quedó grabado en el circuito cerrado de seguridad.
En el segundo juicio oral sobre la pena, el fiscal Luis Caballero requirió 28 años de cárcel para el acusado, mientras que la abogada querellante requirió la máxima pena de 30 años de prisión.
Por su parte, los defensores públicos, encabezados por la abogada Blanca Ramírez, requirieron mantener la pena de 15 años que fue aplicada en el primer juicio oral.
Sin embargo, los magistrados entendieron que hubo un alto reproche, ya que el acusado era policía, tenía manejo de armas y, justamente, fue entrenado para cuidar la vida. Además, que dejó dos hijas huérfanas y acabó con la vida de la madre de 41 años.
Asimismo, hubo premeditación, ya que el ex policía había escrito una carta a su hermana, en la que le decía que iba a cometer el hecho y que se quitaría la vida, por lo que pedía disculpas.
Con ello, entendieron que la pena justa y útil era la de 28 años de encierro. Ahora, la sentencia puede ser de nuevo recurrida ante el Tribunal de Apelación Penal.
Los hechos
En el caso, los hechos se registraron un miércoles 1 de febrero del 2023, a eso de las 07:55, en las inmediaciones del Centro Educativo Parroquial San Agustín, ubicado en Loma Pytã de Asunción, donde la víctima era directora y el ex policía guardia de seguridad.
Según se probó en el juicio oral, ambos mantenían una relación sentimental. Ese día, la docente estaba en su vehículo, un Toyota Allion, blanco, cuando se encontró José Morel. Ambos comenzaron a discutir.
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El hombre anunció sus intenciones a su hermana, por lo que, de inmediato, le comunicó lo sucedido a su sobrino Emigdio Javier Morel Pereira, también policía e hijo de Carlos Morel. Éste llegó hasta el lugar para tratar de apaciguar la situación.
En cámaras del circuito cerrado se puede observar cuando el hijo llegó al lugar y bajó a su padre para hablar. En un momento dado, cuando parecía que todo está bajo control, Carlos Morel volvió al vehículo, sacó un arma de fuego y disparó dos veces a la mujer. Uno impactó en el corazón y el otro en la pierna.
Después, el hombre trató de dispararse, pero su hijo lo pudo detener y bajó a estirones a su padre, con el que forcejea y lo somete para que no se quite la vida. Luego, comunicó lo ocurrido al Sistema 911.
Lo comprobado en el juicio
Según se probó en el juicio oral, Morel y Vega mantenían una relación sentimental por años y luego el hombre habría decidido acabar con ella. Este le había enviado centenares de giros a la mujer, según las facturas que él mismo tenía consigo.
Incluso, la Fiscalía halló en la agenda de Vega varias boletas de giros mensuales de dinero a su número. El dato coincide con lo escrito por el policía retirado en la carta suicida, en la que se despedía y afirmaba que le fundieron la vida y que ya no podía aguantar la situación.
Morel le había contado a su hermana su intención de cometer el crimen y posterior a eso sacarse la vida.
¿Qué decía la carta?
La carta que dejó antes de cometer el hecho el policía decía: “Me fundió la vida y estas son las pruebas de giro (de dinero) que hice a esta mujer, directora del Colegio San Agustín, profe “Marichi”, de nombre María Isabel Vega. Fuimos amantes cinco años. Usaba Claro (línea telefónica) con ella. Ahora, cambié a Tigo (línea telefónica) hace apenas unos días. Perdón a mi señora, hijos, hermana y hermanos, nietos y a mi nuera por esta determinación. Cometí un error muy grande, por eso decidí por esto”.
Esto fue tomado como premeditación por el Tribunal que hizo que su responsabilidad en el hecho aumentara.