Desde el jueves, una verdadera marea humana cruzó el Puente de la Amistad, motivada principalmente por las ventajas económicas que ofrece el tipo de cambio actual y la amplia oferta tecnológica que caracteriza al microcentro esteña.
La escena fue similar a la vivida en otros tiempos de auge comercial con una fila de vehículos brasileños que superaba los tres kilómetros en la BR-277, todos con destino a Paraguay. La imagen ya es un clásico en la región de las Tres Fronteras, pero hacía tiempo que no se veía con tal intensidad. Las esperas para cruzar la frontera se prolongaban por horas, y en muchos casos, los visitantes brasileños venían preparados para pasar el día entero en territorio paraguayo.
El microcentro de CDE fue el epicentro del movimiento. En estos días, sobre todo el viernes y el sábado, mientras que ayer domingo, si bien el auge de visitantes disminuyó, fue mucho mayor, a pesar del mal tiempo, que los domingos anteriores. Durante estos días desde tempranas horas de la mañana, las principales avenidas lucían completamente atestadas de autos, en su mayoría con matrícula brasileña.
Los agentes de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) hicieron lo que pudieron, pero resultaron insuficientes, ante semejante caudal de vehículos y peatones. El atascamiento se vivió el viernes, el sábado fue mucho menor. Ante esta situación muchos visitantes optaron por dejar sus autos en el lado brasileño y cruzar a pie el puente, lo que también generó grandes aglomeraciones en la pasarela internacional.
Los comerciantes, por su parte, se prepararon para recibir a los visitantes, aunque algunos admitieron verse sorprendidos por la magnitud del flujo turístico. “No esperábamos tanto movimiento, esto fue como volver a los tiempos de prepandemia”, relató Marlene Benítez, vendedora de la zona.
La cotización del dólar en Brasil (5,64 reales) se tradujo en una ventaja para los turistas, que llegaron con las compras decididas, recordemos que por momentos el dólar llegó a costar 6 reales. Los productos más demandados fueron los tecnológicos, como celulares de última generación, cámaras de vigilancia, routers, discos duros y otros gadgets de alta rotación, además de prendas de temporada, bebidas, perfumes y calzados de conocidas marcas internacionales.