La noticia de la intención de repatriar los restos mortales del dictador el día de su onomástico volvió a polarizar a la sociedad paraguaya.
Por un lado, los opositores al régimen - que comenzó un 15 de agosto de 1954 y culminó en 3 de Febrero de 1989 - no ocultaron su indignación y se abocaron a las calles en tono de protesta.
Pero también aparecieron los seguidores del otrora "único líder”, quienes estuvieron de acuerdo con la venida de los restos mortales de Stroessner y repitieron la costumbre de la explosión de petardos puntualmente a las 00:00 del día 3 del mes de noviembre.
Nuevamente afloró la discusión entre quienes “eran felices y no lo sabía” y los que “eran infelices y no podían decirlo”.
Finalmente, no se concretó el cuestionado regreso, aunque las intenciones continúan.
Lo cierto es que esta la fecha “feliz-infeliz” para muchos dejó su estela de indignación y abrió viejas heridas que no se cerrarán fácilmente.