Desde el MOPC, se ratificaron en que los autobuses operarán a diésel durante los primeros años de su funcionamiento. Sin embargo, refirieron que se prevé la incorporación de autobuses movidos a energía eléctrica de manera gradual.
Además, si bien se reconoció –a través del documento– el proceso de incorporación de autobuses eléctricos en los países de la región, se menciona que las implementaciones se realizan progresivamente. Tal es el caso de Chile, que incluyó 90 nuevos autobuses con este sistema, destacaron.
Lo mismo en el caso de Brasil, que ha autorizado la importación de hasta 350 buses eléctricos, y el Gobierno argentino, que ha iniciado acciones para que este 2018 se incorpore cuanto menos un bus eléctrico en cada línea de colectivo, señala el escrito.
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En el caso del metrobús que se usará en nuestro país, la cartera de Obras Públicas menciona la utilización de 135 buses Euro V (no contaminantes) en los diferentes tramos del metrobús y que al séptimo año de ejecución las empresas operadoras realizarán un estudio tecnológico y de factibilidad respecto a la incorporación total o parcial de los buses eléctricos
Para el MOPC, existen varias opciones tecnológicas basadas en buses eléctricos, como lo es el trolebús. Sin embargo, la aplicación de esta tecnología requeriría el tendido de los cables, que posee un costo estimado en USD 20 millones, cuyas unidades tienen, aproximadamente, un costo superior al doble de una unidad convencional movida a diésel, explica.
De igual manera, el comunicado indica que se seguirán explorando otras alternativas que puedan ser viables dentro de este sistema, que, califican, sigue siendo experimental en todo el mundo.