SAO PAULO-BRASIL
Brasil insistirá en una ley que obliga a las empresas globales de internet a guardar sus datos en el país, en un controvertido intento por proteger la privacidad de sus ciudadanos tras acusaciones de espionaje electrónico de Estados Unidos, según un borrador del proyecto.
Pese a la oposición de las multinacionales del software, los fabricantes de equipos y las empresas de telecomunicaciones, la presidenta Dilma Rousseff espera que la ley sea votada en la Cámara de Diputados tan pronto como esta semana.
Su insistencia llega después de que documentos filtrados por el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden sugirieron que EEUU espió las comunicaciones de la canciller de Alemania Angela Merkel, del presidente de Francia Francois Hollande y de decenas de otros líderes mundiales.
guardar en el brasil. “El Poder Ejecutivo (...) podrá obligar a los proveedores de conexión y aplicaciones de internet (...) a instalar o utilizar estructuras para almacenamiento, gestión y diseminación de datos en territorio nacional”, señala el borrador. El texto añade que el requisito dependerá del tamaño de las empresas y su facturación en Brasil.
Si es aprobada por el Congreso, la nueva ley podría afectar las operaciones de Google, Facebook, Twitter y otros gigantes de la internet, para las cuales Brasil es uno de sus mayores mercados.
El espionaje dio a Rousseff una causa célebre que defender tanto en casa como en el escenario internacional, especialmente luego de que Alemania dijo que apoyaría su propuesta de fortalecer las reglas internacionales de gobernanza de internet y limitar la vigilancia extranjera.
Brasil será sede en el 2014 de una conferencia para discutir cómo preservar la privacidad en internet. La reunión prevista para abril en Río de Janeiro será organizada por el ICAAN, el organismo que administra los nombres de los dominios web y es considerado neutral pues involucra a gobiernos, la sociedad civil y la industria. Quienes defienden la ley dicen que tener los centros de datos en el país obligaría a las compañías a cumplir las leyes locales de privacidad, y rechazan los temores de la industria a que la ley vuelva demasiado caras e ineficientes las operaciones de las empresas de internet.