Marian Quiroga
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A poco del inicio del año escolar es importante individualizar las adecuaciones curriculares para cada niño, especialmente cuando hablamos acerca de las dificultades de aprendizaje u otro trastorno del neurodesarrollo que interfiere en el correcto funcionamiento cognitivo.
Para Rocío Miño, neurosicopedagoga, la clave está en las adecuaciones o ajustes curriculares, que se refieren a diferentes adaptaciones que se deberán realizar en el plan de estudios de aquellos niños que tengan necesidades educativas especiales, con el fin de cursar una escolaridad convencional y seguir desarrollándose con su grupo de iguales.
“Debemos tener en cuenta que una adecuación curricular es la respuesta educativa adecuada y un instrumento fundamental para conseguir una educación individualizada cuando de inclusión hablamos, es lo que fomentará la equidad y que el niño logre desarrollar al máximo sus capacidades personales, intelectuales, sociales y emocionales, lo cual a su vez va a repercutir positivamente en sus diferentes habilidades y competencias”, explica.
IMPORTANCIA
Según la profesional, es clave, ya que el fracaso escolar es inmensamente frustrante para cualquier niño. “Comienzan a ser conscientes de que sus iguales presentan un desempeño acorde con lo esperado para la edad y el grado académico y ellos no, lo cual genera un enorme impacto emocional negativo, que a su vez conlleva a que comiencen a presentar conductas disruptivas para solapar de alguna manera la situación por la que están atravesando y rechazo a las actividades académicas”, menciona.
Detalla la importancia de la temprana detección del docente ante dicha situación, “a fin de que el niño sea evaluado por el profesional de área e implementar los ajustes curriculares adecuados“, agrega.
La controversia surge, según la experta, cuando algunos padres son reacios a que sus pequeños reciban los ajustes curriculares que requieren, “porque lo entienden como una medida discriminatoria, y no es así bajo ningún punto de vista”, expresa Miño.
MALLA CURRICULAR
Los maestros cuentan con las capacitaciones para realizar ajustes de manera que el niño en ningún momento se sienta excluido o discriminado, “muy por el contrario, una adecuación supone y se centra en el bienestar del niño, porque no es forzado a adaptarse al sistema educativo, a un currículo único y a un estilo de aprendizaje estándar, sino que el sistema educativo se adapta a la personalidad y necesidad de cada estudiante”, detalla Miño.
“Si nos preguntamos a quiénes corresponde elaborar los ajustes en la malla curricular y/o en la metodología de enseñanza, es un trabajo conjunto entre el profesional que llevará a cabo la evaluación del niño emitiendo el diagnóstico con sus respectivas recomendaciones y el equipo técnico o plantel docente del menor”, manifiesta.
En caso de que requiera adecuaciones significativas, lo que quiere decir que se deba modificar la malla curricular, el proceso es avalado y monitoreado por el MEC. “Por último y no menos importante, es que no debemos olvidar que existe una Ley Nacional, 5136/13, que ampara la inclusión y el bienestar de nuestros niños, lo cual refiere que no es opcional, es un derecho a que le sean aplicadas las adecuaciones curriculares correspondientes a cada caso. El objetivo es y siempre será fomentar un aprendizaje significativo”, enfatiza.
Al referirse quiénes requieren usualmente ajustes curriculares y cómo se llevan a cabo, la profesional lo resume de la siguiente manera: Primero, los ajustes de acceso, que permiten al niño el acceso a la institución educativa y sala de clases, eliminando las barreras básicas y/o de comunicación que pudiese presentar.
Y segundo, se refiere a los ajustes curriculares, directamente relacionados con el desarrollo del programa escolar, los cuales podrán ser significativos o no.
Los ajustes significativos son adaptaciones que implican la modificación, eliminación y/o incorporación de elementos y contenidos, así como ciertos criterios en el proceso de evaluación del alumno con respecto al currículo oficial.
Mientras que los ajustes no significativos son modificaciones que se realizan sin la necesidad de tocar la malla curricular, más bien se centran en las metodologías de enseñanza, el ejemplo requerido de manera individualizada del niño, y los materiales.
