Alcides Manena
PUERTO CASADO
Uno de los patrimonios históricos que quedan de la Guerra del Chaco (1932-1935) es la cuadra de soldados que sirvió de campamento a los combatientes y, además, para albergar prisioneros bolivianos durante la contienda.
Se trata de un lugar abandonado desde hace décadas por las autoridades, quienes ocuparon cargos ya sea municipales y la gobernación. Ninguno implementó algún plan de rescate y conservación de este emblemático lugar que ahora está siendo rapiñado por desconocidos.
El edificio que aún mantiene su estructura antigua, a plena luz del día y a la vista de todos los vecinos y transeúntes, está siendo blanco de rapiña, principalmente en la parte del techo. Las chapas zinc son sacadas y de a poco va quedando solo el esqueleto del inmueble.
Hasta ahora nadie ha sido capaz de denunciar con propiedad a los responsables de tocar un valor histórico que cuenta con resolución y ordenanza municipal para su rescate y puesta en valor.
La cuadra que alberga esta casona se encuentra a pocos metros de la subprefectura naval de Casado. Los vecinos, a pesar de que ven algo irregular, no realizan denuncias por temor a represalias. Se sabe, eso sí, que malvivientes a diario suben hasta el techo para sacar las chapas que presumiblemente las comercializan en la zona.
De esta manera, esta antigua estructura va quedando sin una parte del techo. Todo esto tiene lugar ante la desidia de las autoridades y por el estado de abandono en que se encuentra a pesar de que hay personas que viven en algunas dependencias del predio.
De igual modo, los reducidores se atreven a ingresar en el sitio ubicado también en la Costanera del río Paraguay. En la orilla del cauce, también yace un muelle histórico abandonado, a pesar del gran significado histórico, en donde desembarcaban los soldados y la logística durante la Guerra del Chaco.
Algunos lugares históricos que formaron parte de esta emblemática cuadra, o ex campamentos como se los conoce en la localidad chaqueña, ya desaparecieron a causa del abandono. Estos lugares no son aprovechados para potenciar la historia, la cultura y el turismo en un sitio por el cual los saqueadores se apropian fácilmente para extraer lo poco de valioso que queda de la infraestructura para venderlas con fines particulares.
El edificio se encuentra rodeado de malezas. Parte de la casa, a pesar de su precariedad, es habitada por varias familias. Mediante esto, algunos sectores se mantienen bajo cierto resguardo; caso contrario, ya se habría perdido por completo todo el sitio.
Entre tanto, ninguna autoridad departamental ni del Ministerio de Defensa o de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) se preocupa por velar por la integridad de este patrimonio de la ciudad que otrora fuera un punto estratégico para defender la soberanía nacional en la contienda bélica en el Chaco.
Los vecinos esperan que las autoridades hagan algo para poner fin al saqueo.