25 abr. 2024

Un baile en la aldea, foto que tomó Mengele en sus paseos por Hohenau

Jóvenes alemanas bailando en los campos de Itapúa integran las fotos que el Ángel de la Muerte dejó abandonadas en el Hotel Tirol. Habría otras fotos de Mengele en Paraguay, guardadas en secreto.

Por Andrés Colmán Gutiérrez y Narciso Meza

HOHENAU - ITAPÚA

Cuatro jóvenes vestidas con ropas típicas alemanas posan con panderetas en las manos. Detrás hay tres hombres, uno de ellos vestido de soldado y otro con un acordeón. Algunos tienen pinta de inmigrantes alemanes y otros de paraguayos campesinos.

Todos aparecen frente a una escenografía desmontable, tipo biombo, instalada en medio de un camino de tierra, en un verde paisaje rural, que sería una región de Hohenau, a principios de los años 60.

Es la imagen que aparece en una de las fotos encontradas en la habitación número 26 del Hotel Tirol del Paraguay, en Capitán Miranda, Itapúa, en una noche de marzo de 1964 cuando el médico nazi y criminal de guerra prófugo Josef Mengele –que estaba alojado allí con el nombre falso de Francisco Fritz Fischer–, se salvó de ser secuestrado por un comando israelí.

La foto estaba en un álbum, dentro de una valija. Es rescatada por el fotógrafo paraguayo Fredi Casco, en su obra El retorno de los brujos. Se presume que la foto la habría tomado el propio Josef Mengele, en sus andanzas por Hohenau, cuando vivió refugiado en la casa de Alban Krug, unos 20 kilómetros al noreste del centro urbano.

En la valija hallada en el hotel Tirol también había una cámara fotográfica Dacora Dignette, con la que Mengele habría tomado esta y otras fotos.

EVIDENCIAS. Las fotos halladas en 1964 constituyen una de las pocas evidencias de los años en que Josef Mengele vivió en el Paraguay, además de las copias de la carta de ciudadanía y la cédula de identidad que el Gobierno paraguayo le otorgó en 1959.

Hasta ahora no aparecieron fotos que muestren a Mengele en territorio paraguayo. En su testimonio manuscrito, el ciudadano belga y ex oficial SS Alfonz Dierckx (ya fallecido), quien ofició como fotógrafo en Hohenau, asegura que conoció personalmente a Mengele y llegó a tomarle fotografías, pero luego las destruyó.

“Tuve ocasión de tomarle unas fotografías, las que quemé luego, junto con los negativos, al enterarme años después, por medio de la prensa internacional, de las atrocidades y crímenes que había cometido”, escribió Dierckx en alemán, en la hoja de cuaderno que entregó al escritor e investigador Reinaldo Becker Dietze, de Hohenau.

Pobladores de las Colonias Unidas, que colaboraron con la investigación de Última Hora, señalan que algunos descendientes de pobladores pioneros alemanes que protegieron a Mengele tienen en su poder fotografías en las que el Ángel de la Muerte aparece junto a ellos, participando de reuniones sociales y familiares en Itapúa, pero que las guardan con mucho celo y se niegan a divulgarlas.

COMPROBACIÓN. La serie de reportajes Tras las huellas de Mengele en Hohenau, que concluye hoy, permitió confirmar varios detalles como verdad histórica, y logran que dejen de ser solo leyenda.

Se ha certificado que Mengele vivió entre 1961 y 1963 en la casa de Alban Krug, en Hohenau, con el nombre falso de Francisco Fritz Fischer, que fue llevado allí por la familia Jung de Asunción, que era visitado por su hijo y su cuñada desde Alemania, y quienes dirigían la red de protección, entre alemanes nazis paraguayos y el propio gobierno de Alfredo Stroessner.

Quedan otros puntos que aclarar, los que seguiremos investigando.

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