Se cumplieron once años del asesinato del periodista Pablo Medina y su asistente Antonia Almada. A través de sus investigaciones y publicaciones, Medina había desnudado crímenes fronterizos y esquemas de narcotráfico y, finalmente, el 16 de octubre de 2014 terminó ultimado. Es el único caso de comunicadores asesinados con condena en el país.
El periodista uruguayo Jean Georges Almendras, director del medio Antimafia Dos Mil, donde Medina era colaborador, hizo una visita a nuestro país para conmemorarlo.
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Almendras habla que siempre es fácil encontrar a los sicarios, “pero los autores intelectuales, ¿dónde están? Seguro sentados en centros de poder financiero o dentro de instituciones del Estado”.
Medina, tras su muerte, es considerado un mártir “dentro de un contexto contaminado, porque, lamentablemente, estamos contaminados (algunos países de la región) de un verdadero cáncer en la sociedad mundial, que es la ideología narcomafiosa”, dice Almendras.
“Es una cultura; es una forma de vida”, continúa.
El periodista uruguayo, especializado en crónica policial y crimen organizado, recuerda que hoy en Paraguay son más de 20 los periodistas asesinados por la “narcomafia” a nivel país, y es la nación con la cifra más alta de víctimas a nivel América.
“Siempre es fácil encontrar a los sicarios, pero los autores intelectuales, ¿dónde están? Seguro sentados en centros de poder financiero o dentro en instituciones del Estado”.
Y es que en la mayoría de estos crímenes reina la impunidad, reconoce Jean Georges Almendras, porque los mandantes “están en el sistema de poder y hay que preservarlos”.
Pablo Medina fue solo un caso excepcional, en donde sí se pudo descubrir que el que ordenó su muerte fue Vilmar Neneco Acosta, entonces intendente colorado de Ypehú.
Pero en el 80% de los demás casos, los autores no son hallados.
“El sistema político es socio vitalicio del narcotráfico en Paraguay”
“El tema más profundo es que detrás de esa punta del iceberg que es el sicariato, está un poder y un capital financiero profundísimo. Hablar de narcotráfico significa inversión, lavado de dinero, influencias”, expresa el comunicador.
Las grandes organizaciones del tráfico de drogas formaron un vínculo fuerte.
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“El sistema político es socio vitalicio del narcotráfico, porque les permite influencias, cobertura, impunidad y logística”. ¿Y quiénes integran ese sistema? “Instituciones públicas, parlamentarios, hombres del Gobierno, fuerzas de seguridad y, naturalmente, un capital financiero”, finaliza.