Ante los jueces Fabián Weisensee, Laura Ocampo y Cándida Fleitas, continúa esta mañana el juzgamiento a los dos acusados por la muerte del sargento militar Líder Ríos, quien era conductor de Bolt y fue muerto de un disparo de arma de fuego el 12 de enero del 2023.
En el juicio, los magistrados rechazaron los recursos de reposición en contra del rechazo de la nulidad de la acusación, así como de la inclusión de la prueba del ADN, que se presentó luego del auto de apertura a juicio oral.
Tampoco prosperó el recurso contra la resolución que rechazó excluir pruebas documentales y las imágenes de circuito cerrado.
Después, se leyó el auto de apertura a juicio oral, específicamente sobre los hechos acusados, donde señala sobre que el vehículo Gol de propiedad del militar entró a la plaza España, de nuestra capital, y que los vecinos oyeron un disparo. Después, que la esposa de la víctima denunció la desaparición al día siguiente en la Comisaría de Luque.
En la acusación fiscal, refiere que el 14 hallaron el vehículo de la víctima y que el 24 de enero, tras la detención de Lezcano y su esposa, finalmente hallaron el cadáver del militar. Los cargos son por homicidio doloso.
Alegatos iniciales
Sin embargo, ya en sus alegatos, la fiscala Olga González, explicó que el 12 de enero del 2023, el policía Oliver Lezcano fue recogido en Luque por el vehículo de Líder Ríos, que trabajaba como conductor de la plataforma Bolt y que lo llevó hasta la plaza España, en Asunción.
Según la agente, el policía le reclamó al militar una deuda que tenía y ahí discutieron. A raíz de la discusión, refirió, el acusado le disparó con el arma de fuego. El proyectil entró cerca de la oreja derecha y salió por la mandíbula, lado izquierdo lo que le mató.
La agente señaló que Lezcano luego bajó del vehículo, sacó el cuerpo de la víctima, lo puso atrás y luego fue hasta la zona cercana al club Mbiguá, donde lanzó el cadáver. Además, dice que fue con el vehículo de la víctima hasta su casa, donde junto con su esposa lavó el automóvil.
Después, abandonaron el rodado en el barrio Pettirossi de Asunción, y volvieron en el vehículo de la mujer hasta el lugar donde ocurrió el hecho para buscar evidencias. Según la fiscala, la pareja fue hasta el sitio en el que estaba el cuerpo del militar y le rociaron cal. Tras ser detenidos, finalmente, los llevaron hasta el lugar.
La querella a cargo del abogado Miguel Mendieta se adhirió a los alegatos finales, con la aclaración de que el día de la muerte fue el 12 de enero del 2023.
Por su parte, la abogada Gilvi Quiñónes, por la defensa de Oliver Lezcano, y el abogado Alcides Borges, defensor de Ada Arasy Ruiz Díaz, dijeron que estarían atentos a lo que ocurría en el juicio oral, con la aclaración que había cambios sustanciales entre la acusación y los alegatos iniciales, por lo que señalaron que tomarán en cuenta la acusación.
Además, dijeron que los dos acusados iban a declarar al final del juicio, si es que así lo creían necesario.
Testigo clave
El Tribunal de Sentencia luego citó a los 10 testigos presentes, para prestar el juramento. El primero en declarar fue el también militar Alcides Samuel Sosa, quien señaló que conocía a Líder Ríos desde la escuela y que era como su hermano.
Luego explicó que el mismo estaba en la capital y que recibió el llamado del sargento Lucas Gómez, que le consultó si no estaba con Líder Ríos. Dijo que ahí se enteró de que éste se hallaba desaparecido tras salir la noche antes como conductor de Bolt. Ya por la tarde, consultó de nuevo y le dijeron que aún no aparecía.
Remarcó que ahí contactó con su primo, el policía José Ariel Torres, para que le ayudara con la búsqueda. También con el hermano de Líder, Robert Ríos, y fueron a buscarlo. Dijo que llegaron hasta la última ubicación del vehículo de la víctima, en una plaza que quedaba frente a un taller, en las cercanías del Instituto de Previsión Social (IPS).
Alegó que vieron una cámara en el taller, por lo que iban a preguntar por si no se veía el automóvil de Líder. Fue en ese momento que vio al policía Oliver Lezcano, uniformado, junto con su pareja, caminar hacía ellos.
Relató que se quedó en el vehículo, que tenía vidrios polarizados. Indicó que la pareja consultó sobre qué hacían y cuando le dijeron que querían ver la cámara, Lezcano cambió totalmente su cara, por lo que le pareció extraño y le sacó una fotografía desde el rodado.
Posteriormente, como no tuvieron respuesta en el taller se fueron. Alegó que lo buscaron al día siguiente, pero luego tuvo que acompañar a su esposa porque estaba embarazada de su primer hijo. Al final, escuchó la descripción de las testigos que vieron a las personas cerca del vehículo de Ríos y se dio cuenta de que era la pareja que les habló.
Apuntó que envió la fotografía al abogado de la familia de Ríos y a su primo el policía para que investigaran porque era sospechoso. En la fotografía se veía el portanombre de Oliver Ríos, sostuvo ante los jueces.
El juicio oral continúa en Tribunales con más testificales.