Al frente de una de las más importantes firmas de lácteos de la Argentina, Rodolfo Galloni compartió con el público paraguayo sus claves para tener éxito en la vida empresarial y familiar.
Para Galloni, gerente de Ilolay, el éxito consiste en lograr las metas que uno se va planteando en la vida. Señala además que alcanzar los logros personales planteados no solo es posible, sino también es sano.
“Creo que los seres humanos tenemos talentos personales. Puede haber muchos motivos para no alcanzar metas que nos proponemos. Podemos no tener claros los propósitos, nos puede faltar sabiduría y no nos preparamos con una formación adecuada, etc... En mi charla justamente hablo de que los principios son necesarios para alcanzar las metas”, explica Galloni. Una de sus disertaciones, denominada Cómo obtener éxito en la vida empresarial y familiar, la realizó el jueves en el Carmelitas Center.
claves. El empresario y motivador lanza algunas claves para llegar al triunfo. En particular menciona tres de ellas, dando una explicación sobre cada una.
“Primero debemos tener en claro nuestros talentos. Dios nos dio capacidades diferentes a los seres humanos. Debemos tener claro para qué somos buenos”, expresó.
En segundo término, hizo énfasis en la preparación y la capacitación. “Tenemos que prepararnos y capacitarnos para ser excelentes en todo lo que hacemos. La mediocridad es mala consejera”, refirió.
A estas dos claves, suma una tercera, la sabiduría. Esta es necesaria para alcanzar las decisiones adecuadas. “El uso de los talentos que Dios nos dio, la curiosidad y vocación constante de capacitarse y aprender, sumándole la sabiduría necesaria para tomar decisiones, son condiciones casi obligatorias para lograr nuestras metas”, sintetiza.
familia. Galloni no solo habla de cómo lograr llegar al éxito empresarial. Se refiere también al familiar. Señala que cuando se ama a la familia y la prioridad es la pareja, el éxito familiar está a solo un paso.
“Cuando se integran la vida profesional y familiar, los proyectos son de a dos”, dice y agradece el acompañamiento que le ha dado su esposa en estos años.
“Podemos tener metas ambiciosas, pero si estas no apuntan a una realización integral de la persona, posiblemente podamos lograrlas, pero no necesariamente nos hagan sentir plenos. La plenitud de la vida consiste en lograr un proyecto que integre: nuestra relación con Dios, la familia y los éxitos profesionales”, destaca.