Así lo expuso Cristianne Close, vicedirectora de Conservación Global de WWF Internacional, en el reciente XIV Congreso Internacional de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y Sostenibilidad, organizado por la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC). La experta citó a Paraguay como uno de los ejemplos a seguir en conservación, en torno al proyecto del Bosque Atlántico, junto con Argentina y Brasil.
Close recordó que en el reciente Acuerdo Global de Biodiversidad de Montreal se estableció que en los últimos 40 años se perdió un 69% de biodiversidad; por la duplicación de extracción de minerales, producción de carne y emisiones de CO2. “Eso, en América Latina llega al nivel del 94%”, mencionó con tono preocupante.
También destacó que, en promedio, el ser humano actual ingiere el equivalente a una tarjeta de crédito de plástico por semana debido a los microplásticos existentes en el agua, el aire y los alimentos.
Por eso, la recomendación que brindó es la necesidad de tomar medidas urgentes para detener y revertir la pérdida de biodiversidad, y poner a la naturaleza en el camino de la recuperación en beneficio de las personas y el planeta mediante el uso sostenible de biodiversidad, asegurando distribución justa y equitativa de beneficios del uso de recursos energéticos.
Las oportunidades para la correcta producción están sustentadas, según dijo, en la economía circular, los modelos de producción regenerativos, las soluciones basadas en la naturaleza y la conversión de ambientes naturales.