Silvio Ovelar aprovechó los minutos que tenía antes de que se inicie la sesión en la Cámara de Senadores, para referirse sobre la situación que atravesó su mamá, quien estaba en compañía de una nieta, durante un escrache en contra del titular del Senado.
La casa, ubicada en Coronel Oviedo, Departamento de Caaguazú, quedó con las paredes pintadas y basura. “No creo que haya sido un escrache, fue un acto de vandalismo. Tenemos identificados a quienes atropellaron el domicilio de mi madre”.
El titular del Congreso atribuye este hecho al reciente homenaje que rindió a su correligionario Juan Carlos Galaverna, quien cumplió 30 años como parlamentario y a quien calificó como un extraordinario legislador.
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“Si el pecado de uno es homenajear a un parlamentario, creo que no es el mejor argumento (para el escrache)”, expresó a los medios de prensa.
En otro momento, dijo que su madre realizará la denuncia correspondiente y que ya tienen identificados a todos los que fueron hasta la vivienda. Cree que detrás de esto están referentes de partidos políticos que “buscan notoriedad”.
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Ovelar, en todo momento, se negó a dar nombres, pero ante la pregunta de que si se trataría o no de simpatizantes de Paraguayo Cubas, solo dijo: “Es una buena mezcla”, sin acusar directamente al senador suspendido.
Por último, se dirigió a aquellos que quieran escracharlo. “Ellos saben dónde pueden encontrarme”, sentenció.
Cubas fue suspendido de sus funciones por sus reiteradas inconductas e insultos a Silvio Ovelar. En otra ocasión, el legislador derramó el agua de una botella por la cara de Calé Galaverna.
