El empresario Luis Augusto Montanaro, tras un año de silencio, habló en exclusiva ayer para Telefuturo. donde mencionó que hubo consentimiento en cuanto al video íntimo que es objeto de su proceso judicial, y aseguró que “la Fiscalía armó un circo”.
Montanaro había sido imputado por difundir imágenes de contenido sexual supuestamente sin el consentimiento de la presunta víctima, en el caso conocido como Duck Sex Games.
“Ella consintió de que el video sea comercializado”. “Hay también testigos de lo que ocurrió; hay personas que escucharon, como el fotógrafo”, apuntó en el noticiero.
La defensa de Montanaro sostiene que los hechos fueron consensuados y denuncia irregularidades en el proceso.
Dijo no entender qué tiene que ver, para la investigación, cuestiones de su vida íntima, como los juguetes sexuales, que fueron sustraídos como evidencias. Además, criticó el trabajo de la fiscala, de quien refirió que “armó un circo, un show” de su vida íntima.
Respecto a la causa del que fue acusado, manifestó que los archivos de su teléfono celular fueron adulterados, mientras estaba bajo custodia fiscal y que se borraron mensajes claves, y que se armó una segunda causa para justificar la primera.
Aseguró que no existe una lista de figuras públicas, como en un momento se mencionó o que tendría en su poder, videos íntimos de dichas personas.
A propósito del hallazgo del contrato similar al de la película 50 Sombras de Grey, indicó que lo había impreso como de broma y que es un papel sin firma.
“Claro, no muestran eso porque no conviene; conviene sí alimentar el morbo”, declaró el imputado.
Además, justificó su ida a la florería, de donde supuestamente envió un ramo para amenazar a la fiscala de su causa, Ruth Benitez, con una nota intimidante; según el, fue a buscar “algunos centros de mesa”.
Montanaro fue remitido a Tacumbú, donde pasó seis meses por delitos que, según él, no ameritaban prisión preventiva y que fue juzgado socialmente antes de sentarse frente a un juez.