La cartera sanitaria informó que son los lactantes y menores de dos años los más expuestos a las enfermedades respiratorias, como resfríos, gripe, influenza, laringitis, faringitis, otitis, sinusitis y amigdalitis.
“La contaminación ambiental, el humo de tabaco, la quema de basura y el hacinamiento en lugares públicos como centros comerciales, supermercados, jardines infantiles, entre otros, son factores que involucran, también, a la presencia de estas enfermedades”, señaló.
De acuerdo con el informe, la mayoría de estas dolencias es causada por virus y afectan el sistema respiratorio. En esta categoría entran los simples resfríos y otras enfermedades más graves.
El tradicional “veranillo de San Juran” se registra en los últimos días con temperaturas más cálidas, luego de sentirse un clima frío por un par de semanas.
La institución estatal también especifica cuáles son las afecciones respiratorias virales, sus síntomas y consecuencias.
Una de ellas es el virus respiratorio, que es una afección que condiciona la dificultad respiratoria y afecta principalmente a niños menores de 2 años que se encuentran, por lo general, en espacios cerrados, como guarderías.
Se presenta con tos excesiva, dificultad para dormir y alimentarse, ruidos respiratorios semejantes a silbidos, diarrea con deshidratación y falta de oxigenación que aparece con coloración azulada, especialmente en la zona de los labios y las uñas.
Los síntomas más severos aparecen en bebés prematuros, lactantes y niños pequeños, pero también puede infectar a adultos mayores o de la tercera edad, provocando neumonías.
La enfermedad comienza con un cuadro catarral acompañado de tos, secreción nasal y fiebre. Entre 24 y 48 horas comienza una dificultad respiratoria que altera la alimentación y el carácter en los niños.
El resfrío es relativamente benigno y suele pasar sin necesidad de mayores cuidados. Los síntomas, por lo general, son leves e incluyen tos, congestión nasal, temperatura moderada (no en todos los pacientes), estornudo, en ciertos casos dolor de oído y decaimiento.
La gripe o influenza es una de las enfermedades respiratorias virales más contagiosas y severas. Puede derivar fácilmente en infecciones respiratorias agudas, como bronquitis y neumonía.
Los síntomas iniciales son parecidos a los de un resfriado, pero mucho más agresivos. Se caracterizan por fiebre muy alta, compromiso respiratorio, congestión nasal, de oídos, decaimiento mayor, sensación de ahogo y malestar severo. Los más pequeños suelen presentar náuseas y vómitos que podrían deshidratarlos.
Otra de las enfermedades es la laringitis cuya inflamación puede provocar una obstrucción de este conducto, impidiendo el paso del aire hacia los pulmones, situación especialmente crítica en los niños, pues su laringe es más estrecha.
Los síntomas son similares a los de un resfrío, junto con una tos ronca, afonía y dificultad para respirar, que podría derivar en una insuficiencia respiratoria. Este cuadro generalmente tiende a agravarse por la noche.
La faringitis se manifiesta con irritación de la garganta, a veces de los ganglios linfáticos, dolor al tragar, fiebre, congestión nasal purulenta, dolor facial, de cabeza y de ciertas articulaciones. Normalmente, no tiene complicaciones.
Para prevenir contagios, se recomienda el lavado frecuente de manos; cubrirse la boca y la nariz al estornudar y/o toser; evitar exponerse a cambios bruscos de temperatura, recintos cerrados y muy concurridos (supermercados, shoppings), espacios contaminados por cigarro, y ventilar frecuentemente los espacios, especialmente donde permanecen las criaturas.