Desde las 21:00 del lunes pasado, esperaron hasta la tarde noche de ayer para cruzar al lado argentino. Los viajeros vivieron momentos de desesperación durante la maratónica espera. Entre quienes precisaban cruzar había criaturas, pacientes oncológicos que debían acudir a sus tratamientos en Posadas; incluso, un adulto –de nacionalidad argentina– tuvo que ser asistido por paramédicos al sufrir un infarto durante la extenuante espera.
La causa de esta caótica situación es el esquema de coimas que impera en la zona y que tuvo cautivos a los compatriotas y turistas argentinos que vinieron al país por el feriado largo en la Argentina.
Según denuncias de los propios viajeros, la extorsión tiene lugar con la complicidad de los organismos de control, lo que provocó largas horas de espera en la fila de vehículos que se extendió por las calles y avenidas de Encarnación.
“Si no coimeás, no pasás”, es la frase que retumbó en el cruce fronterizo. Los viajeros denunciaron que personas –aparentemente vinculadas a las fuerzas de control– realizan el ofrecimiento de adelantamiento, previo pago de una jugosa extorsión, en la que estarían involucrados los organismos de control. “Muchísima gente se adelanta en la fila, transa, coimea, piden coima de 10.000, 15.000 y 20.000 pesos o G. 500.000 y te ofrecen meterte en la fila en la primera rotonda, otro hasta la Aduana, pagando eso te adelantás y pasás rápido y vemos que eso pasa frente a nosotros, es una vergüenza”, denunció Rafael Rodríguez, oriundo de Misiones, radicado en Argentina.
Al drama de la coima para cruzar el puente, se sumó el hecho de que en el lado argentino se habilitaron pocas casillas migratorias, debido al feriado. Además, ya no se permite la carga estática sobre el puente San Roque, por lo que el caos y los kilómetros de fila se extendieron por las calles del centro encarnaceno. A. R.