ALTO PARANÁ
El Centro Ambiental Tekotopa, de Hernandarias, Alto Paraná, dependiente de Itaipú, recibió tres carpinchos –bautizados Juky, Pyta y Pincho– que arribaron desde el Refugio Faunístico Atinguy, dependiente de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), como parte de un inédito intercambio de especies entre ambas hidroeléctricas.
El recibimiento no pasó desapercibido. El equipo del Centro de Investigación de Animales Silvestres (Ciasi) preparó una ambientación alegórica para dar la bienvenida a los nuevos habitantes. Posteriormente, los mamíferos fueron tras- ladados a recintos especiales, donde cumplirán un periodo de cuarentena y se les realizarán estudios clínicos para verificar su estado de salud. “Con estas medidas garantizamos tanto el bienestar de los recién llegados como el de los animales que ya forman parte de nuestra población estable”, explicó Santiago Molina, coordinador del Ciasi.
Una vez superada esta etapa, los carpinchos se integrarán al Sendero del Jaguareté, un espacio de exhibición de fauna nativa que abrirá próximamente al público.
En contrapartida, Itaipú envió al Refugio Atinguy dos ejemplares de guacamayo rojo (Ara chloropterus), conocidos en guaraní como gua’a pytã. “La intención es fortalecer las estrategias reproductivas de las especies manejadas en cada institución. Para nosotros, estas colaboraciones representan un compromiso real con la conservación de la fauna silvestre”, remarcó Molina.
LÁZARO Y JUNIOR. La instalación de dos pumas, Lázaro y Junior, en el Sendero Jaguareté, la semana pasada, gozan de muy buena salud. Ambos felinos fueron rescatados del tráfico ilegal de fauna y rehabilitados en el Ciasi, lo que convierte su traslado en un símbolo de resiliencia y conservación.
El operativo, fruto de semanas de planificación, fue posible gracias a técnicas de refuerzo positivo que permitieron a los animales aceptar los procedimientos veterinarios sin estrés.
“Estos felinos son símbolos vivos de la conservación. Sus historias nos recuerdan que proteger la fauna es defender un patrimonio natural de todos los paraguayos”, expresó Marcela González, cuidadora de grandes felinos.
El nuevo recinto replica las condiciones del Bosque Atlántico del Alto Paraná, con vegetación densa, zonas elevadas y amplios espacios que fomentan comportamientos naturales como trepar, acechar y descansar. “El diseño busca promover tanto la salud física como el bienestar psicológico de los animales”, detalló el cuidador Renato Agüero.
El poblamiento progresivo del Sendero Jaguareté no solo convierte a Tekotopa en un centro de referencia para la biodiversidad regional, sino también en un espacio educativo abierto a la sociedad. Cada especie incorporada se convierte en un embajador del bosque y en una oportunidad para concienciar sobre la importancia de conservar uno de los ecosistemas más amenazados del continente.
Con los carpinchos como nuevos habitantes y los pumas como guardianes del monte, Tekotopa consolida su papel como vitrina y laboratorio vivo de conservación. Itaipú Binacional reafirma así su liderazgo ambiental, promoviendo la colaboración interinstitucional y el compromiso ciudadano con la naturaleza.