El juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, ocurrido hace tres años en Argentina, cada vez se acerca más a su final. Este miércoles se lleva a cabo la audiencia donde se desvelan los alegatos finales por parte de la Fiscalía y la defensa de la familia del fallecido, con la atenta mirada de los ocho rugbistas acusados.
Los procesados son los rugbistas Máximo Thomsen, de 23 años, el principal sospechoso; Ciro Pertossi, de 22, el segundo más complicado en la causa; Luciano Pertossi, de 21 años; Lucas Pertossi, de 23; Ayrton Viollaz, de 23 años; Enzo Comelli, de 22, Matías Benicelli, de 23, y Blas Cinalli, de 21 años.
En la ocasión, el fiscal argentino Gustavo García dio a conocer nuevamente videos, pero esta vez sincronizados, a fin de reconstruir el paso a paso de los hechos y detallar cómo actuó cada uno de los acusados.
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En ese sentido, mediante un primer material se señala que, a las 4:32 de aquella madrugada del 18 de enero de 2020, Fernando cruzó una calle frente a la discoteca de la Villa Gesell, tras lo cual se quedó parado en la vereda.
Posteriormente, minutos después, todos los jóvenes rugbistas fueron sacados afuera por una puerta de emergencia, se juntaron y cruzaron juntos la calle, permanecieron cerca de Fernando, hasta que a las 4:44 se inició el ataque contra Fernando Báez.
El fiscal enfatizó en que sigue sosteniendo el caso como un homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, ya que los jóvenes estuvieron cerca de la víctima por siete minutos, tiempo en el que pudieron haber planeado el hecho.
“Un minuto antes (del ataque), a las 4:43, personal policial que se encontraba cubriendo la seguridad de la misma vereda donde estaban los dos grupos, dijo que ellos fueron alertados de un problema que hubo en calle 102, a la vuelta, y tuvieron que retirarse. Esto fue aprovechado por los imputados para iniciar el ataque”, sentenció, por lo que justificó la premeditación.
Gustavo García explicó que, si bien la legislación argentina no contempla el homicidio premeditado, sí establece el concurso premeditado de dos o más personas, que “tiene una consecuencia importante porque ponerse de acuerdo para cometer el hecho no requiere mucha deliberación”. En tanto, aseveró que en este caso incluso hubo una planificación y fue con “ensañamiento”.
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“Luego, le dieron un golpe de nocaut, (Báez Sosa) cayó al suelo, le pegan. Y así siguieron pegándole y pegándole. Después hubo cuatro o cinco personas pegándole”, continuó el agente del Ministerio Público.
Tras el ataque, los rugbiers ahora acusados se reunieron en otro sector y en las imágenes se observa que incluso algunos de ellos se abrazaron. En tanto, García dijo que al único que ya no se lo ve al final de la golpiza es a Blas Cinalli.
Recordó el testimonio de Alejandro Muñoz, el jefe de seguridad del local nocturno, quien dijo que los rugbistas se iban turnando para pegarle a Fernando y que los que no estaban pegando evitaban que los amigos de la víctima se acerquen para intervenir. El fiscal aseguró que Muñoz fue la única persona que vio de cerca todo lo ocurrido.
Abogado alega “montaje”
Al inicio de la intervención del fiscal, el abogado que defiende a los acusados, Hugo Tomei, se opuso a los materiales audiovisuales que se proyectaron a pedido de la Fiscalía.
Al respecto, los calificó de “montaje” y dijo que al mirar una edición del video se puede hablar de una “prueba nueva” y no de alegatos finales, lo que fue retrucado por García.
“Son los mismos videos, la única diferencia es que están colocados sincronizadamente. Es una forma de hablar sobre la prueba. Estoy usando medios técnicos, con los recursos que tenemos”, le respondió al respecto el fiscal.
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En tanto, la jueza María Claudia Castro intervino y manifestó que el apoyo de videos en los alegatos forman parte de una metodología aprobada por el Tribunal. “Está permitido. Con base a lo que usted está alegando, todos los letrados y el Tribunal sabemos qué es prueba y qué no”, le respondió al abogado.
El asesinato del joven Fernando Báez Sosa ocurrió el 18 de enero de 2020 frente a una discoteca en Villa Gesell, Argentina, cuando la víctima habría intervenido intentando separar a uno de sus amigos en medio de una discusión dentro del local nocturno.
Tras esto, ya afuera, mientras esperaba en la vereda, recibió un golpe en la espalda que lo dejó inconsciente y luego una turba comenzó a golpearlo hasta dejarlo sin vida. Imágenes de circuito cerrado evidenciaron los hechos.