Jueves|12|JUNIO|2008
Aunque los historiadores no se ponen de acuerdo con respecto a las cifras de bajas, ninguno de ellos niega que las muertes continuaron en el frente por dos días más luego de la firma del protocolo de paz, hasta el 14 de junio cuando se hizo efectivo el cese al fuego.
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En expresiones de Herib Caballero, doctor en Historia, hay que tener bien claro que lo que se festeja el 12 de junio es la firma del protocolo de cese el fuego, el cual se concretó 48 horas después. “Por eso seguían muriendo personas en el frente de batalla, no podemos decir cuántas personas pero no creo que sean muchas porque en ese momento no se encontraba en proceso ninguna batalla importante, solo en Ingavi y Pilcomayo existía actividad, y la cifra de personas que seguía muriendo era mínima si consideramos que a esas alturas la guerra ya se había cobrado la vida de 100 mil personas”,afirma el historiador.
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A la pregunta de por qué no se dio aviso a los soldados en la brevedad posible, en vez de esperar dos días, el historiador sostiene que el problema fundamental en ese tiempo era la comunicación. “Esas 48 horas eran, en ese momento, lo justo y necesario, porque para hacer efectivo el cese al fuego, tenía que constituirse una comisión militar con representantes de todos los países que formaban parte de la conferencia de Buenos Aires, y luego tenían que trasladarse al frente de batalla para cerciorarse y documentar todo”, recalca.
Recuerda que el Tratado de Paz recién se firma en 1938.
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<strong>LAS CONSECUENCIAS. </strong>Herib Caballero traza un esbozo sobre las consecuencias de la Guerra del Chaco en lo político, social y económico.
En lo político explica que la consecuencia fue la caída del Partido Liberal luego de treinta y dos años en el poder, también se modifica la composición social del Ejército, comienza una fuerte presencia del sector campesino rural que se instala como parte de carrera activa del Ejército paraguayo, y el mismo Ejército sale fortalecido del conflicto como una institución del Estado, porque antes de la guerra el Ejército tenía menor presupuesto.
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En lo que respecta a lo social, surgen una serie de demandas después de la guerra. “En las trincheras se fue formando una camaradería entre sectores urbanos y sectores rurales que no iban a suceder si no ocurría la guerra, que dejó como producto cultural una nueva forma de sociabilidad dentro de la república, de hecho un número de ex combatientes se quedó a vivir en Asunción”, resalta.
En el terreno económico -dice- el país quedó endeudado por un gasto innecesario para un país de dimensiones pequeñas. Según el analista Roberto Paredes, Paraguay gastó 152 millones de dólares sólo en su tropa.
<em>Especial publicado en la edición impresa de ÚH</em>