26 jun. 2025

Puentesiño clama por un hospital y camino de todo tiempo

Este distrito de Concepción tiene una sola USF para atender a más de 20.000 pobladores. En tanto que el estado del único camino, que sirve para entrar y salir de la comunidad, depende del clima.

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Imponderable. Los pobladores urgen asfaltado, ya que quedan aislados en época de lluvias.

J. R.

Ubicado a 208 km de la capital del primer departamento del país, el distrito de Sargento José Félix López, conocido como Puentesiño, afronta necesidades básicas, como atención sanitaria e infraestructura vial adecuada. Estos dos aspectos son una preocupación central para los habitantes de esta localidad que este año cumplió 13 años de distritación.
Durante los festejos de su aniversario, las autoridades municipales reiteraron la urgencia de ampliar la Unidad de Salud Familiar (USF) del distrito, cuya capacidad es insuficiente para atender a los más de 20.000 pobladores.

La intendenta Laude Morel recordó que desde el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) habían prometido atender esta necesidad, pero aún no se ha concretado la ampliación.

“Es un pedido antiguo, pero las promesas siguen sin cumplirse. La infraestructura es insuficiente y el personal de salud limitado, lo que restringe la atención sanitaria”, expresó.

En cuanto a las vías de comunicación, Puentesiño se encuentra a merced del clima. La comunidad necesita urgentemente la pavimentación de 78 kilómetros de carretera que los conecte con la localidad de Jorge Sebastián Miranda y la ruta PY05, única vía para romper el aislamiento que sufren durante la temporada de lluvias.

“Ahora, con la sequía, no hay inconvenientes, pero apenas llueve nos vemos obligados a salir por Bella Vista para llegar a Concepción. El asfaltado de esos 78 kilómetros es vital”, afirmó Morel.

Aunque la empresa Paracel, que opera en la zona con plantaciones de eucalipto, ha realizado el mantenimiento del tramo, la comunidad sigue esperando solución definitiva.

La economía de Puentesiño se basa en la agricultura y la pequeña ganadería, actividades que, al igual que el acceso a la educación y la salud, requieren mayor atención de las autoridades para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

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