24 nov. 2025

Precalentamiento para una final con maquillaje

El sábado, por tercera vez y segunda consecutiva, Asunción será sede de la final de la Copa Conmebol Sudamericana. En esta ocasión el escenario será el estadio Defensores del Chaco.

Al igual que hace un año, el evento deportivo tendrá frente a frente un equipo brasileño (Mineiro) y uno argentino (Lanús).

Las aficiones de ambos clubes estarán llegando a la capital de la República del Paraguay para alentar a sus equipos y con la ilusión de llevarse la copa a su país.

El año pasado, en el duelo entre Racing y Cruzeiro los días y horas previas al encuentro, se llenaron las calles asuncenas de camisetas albicelestes, principalmente. Este año, a juzgar por los informes y la parcialidad que será mayoría, imperarán las casacas granates de Lanús.

Igual que hace casi 365 días, los extranjeros llegarán masivamente a la capital. Esta es una buena noticia sobre todo a los comerciantes que siempre ven con buenos ojos el gran movimiento de gente.

Nuevamente, la capital del país los recibirá con la habitual amabilidad de sus habitantes, el calor húmedo y por supuesto los mosquitos.

También podrán sentir la gran cantidad de baches y huecos, de todos los tamaños y en los cuatro puntos cardinales, que dan la posibilidad de preparar pororó mientras uno va atravesándolo a los brincos en cualquier vehículo.

Si un visitante extranjero repite la visita un año después, con la esperanza de encontrar algún cambio en la ciudad, podrá llevarse de recuerdo la decepción. Prácticamente todo sigue igual.

También como ocurre en cada acontecimiento deportivo y de otra índole, empieza a toda velocidad el operativo maquillaje para la ciudad.

Así como Gregorio Samsa despierta una mañana después de un sueño intranquilo, convertido en un ciudadano que encuentra a la cuadrilla de funcionarios en su calle, en plena limpieza,

Luego, desplazándose en el monstruoso tráfico, ve como las veredas son pintadas, ya no siente el py’a vai porque su estómago no sintió el golpe diario porque el cráter con el que se cruza cada día en su trayecto al trabajo por fin fue tapado.

Ese es el milagro que de un día para otro es posible cuando en una capital abandonada desde hace un buen tiempo, ocurre un evento deportivo que la pone ante los ojos del continente.

Siguen los trabajos puntuales en las zonas donde estarán moviéndose los aficionados. Su resultado podrá verse incluso culminados los 90 y tantos minutos, más penales si hubiere y el largo tercer tiempo de los aficionados ganadores.

Pero más allá de ese evento puntual y todo lo que genera, a los asuncenos les quedará lidiar nuevamente con los problemas de infraestructura que padecen cada día.

Es aquí donde surgen algunas preguntas. Si es posible coordinar todo un trabajo de maquillaje para recibir a los visitantes ¿Por qué no podría tener una periodicidad semanal o quincenal?

Si no hay duda alguna para el esfuerzo conjunto de distintos departamentos de la Municipalidad para recoger basuras en determinados puntos, podar malezas y aplicar el bacheo ante la llegada de los turistas ¿Por qué los que vivimos cada día e esta ciudad debemos padecer durante tanto tiempo el descalabro diario de una de las más importantes capitales del continente?

Todo muy lindo con hablar de la hospitalidad, de que la calidez, de esto que aquello sobre el recibimiento para los extranjeros. ¿Y los que sostienen esta ciudad cada día con su trabajo y sobre todos sus impuestos? ¿Ha upei? Obviamente, se merecen algo mejor que la ineptitud y desidia de cada día.

Tal vez, para que nada parezca tan rutinario e inmóvil en esta parte del mundo, si el visitante encontrará algo nuevo esta vez: La salida del que tenía como lema principal Asunción en orden y que como legado solo ha dejado un inmenso desorden por obra y gracia de su administración.

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