Se trata de Roberto Rubén Fernández Ortíz, quien está prófugo desde el 15 de octubre pasado, conforme con el requerimiento fiscal. El hombre fue denunciado por haber manoseado y besado a una niña de 8 años, durante una cena familiar ofrecido por sus padres y en el que estaba como invitado el ahora prófugo.
“Aquella noche, el presunto agresor visitó la casa de los padres de la víctima en compañía de otros dirigentes de la referida entidad deportiva para analizar el funcionamiento del club y el sistema de trabajo a implementar. A las 22:00 horas, aproximadamente, la dueña de casa llamó a su hija menor para cenar con los invitados. Al ver al presunto agresor, la niña se acercó emocionada para contarle que era la goleadora de su escuela”, revela un reporte del Ministerio Público.
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El preparador físico felicitó y abrazó a la niña frente a sus padres, pero poco después le tocó los cabellos y el hombro, mientras buscaba un vaso en la cocina, señala la imputación fiscal.
Luego, llamó a la niña al patio para darle caramelos, donde la besó y tocó en otras partes del cuerpo, para advertirle que guarde el secreto, conforme a la investigación. La niña tuvo temor, pero luego de retirarse los visitantes comentó el hecho a sus padres, quienes rápidamente verificaron las filmaciones de las cámaras de vigilancia de la casa y comprobaron el abuso.
Los padres denunciaron el caso ante la comisaría 24 de Hernandarias, lo que derivó en la investigación e imputación fiscal. La declaración en rebeldía paraliza el plazo procesal hasta que el presunto autor sea capturado y pueda ser sometido a la Justicia. Una vez detenido, deberá guardar reclusión, conforme al pedido fiscal.
