El miércoles último, luego de conocerse el primer paquete de medidas que estableció el nuevo Gobierno argentino para recomponer la economía (que incluye una nueva cotización del dólar oficial en Argentina, a una referencia 50% superior a la anterior), la cotización del peso a nivel local cedió levemente y se ubicó en una referencia de solamente un dígito (G. 9) a la venta.
De acuerdo con el análisis de Mendoza, inclusive esta referencia puede ir permeando con el paso del tiempo. “Realmente la perspectiva es que el peso argentino se vaya devaluando poco a poco, en su cotización contra el guaraní, lo que hay que tener en cuenta es que cuando se hace una devaluación como ellos hicieron eso repercute en un remarcaje de precios, que a nosotros nos favorece”, dijo.
En ese sentido, indicó que la decidida devaluación del peso argentino a través del incremento en la cotización del dólar estadounidense oficial (que pasó de 400 a 800 pesos) y el remarcaje de precios interno genera un incentivo para las importaciones formales de productos argentinos, en detrimento del ingreso ilegal (contrabando). Sin embargo, reconoció que también se debe monitorear lo que pueda pasar con el comúnmente conocido como dólar blue, que por el momento sigue existiendo en el mercado argentino y que ayer estaba en 1.030 pesos, con una tendencia a la baja.
“Ellos quieren eliminar el dólar blue, que sea solo una cotización. Pero es un poco difícil porque hay muchos argentinos que tienen miedo de ingresar sus fondos dentro del circuito bancario legal, y mientras eso persista siempre va a haber un mercado paralelo que va a tener una cotización diferente a la oficial, y esa brecha incentiva al contrabando, porque la gente entra con pesos, llevan dólares y esos pesos se usan para meter mercadería”, indicó.