Por Alfredo Schramm
La luna de miel entre los poderes Ejecutivo y Legislativo duró menos de lo que se esperaba; la alianza que se forjó para derrocar a Fernando Lugo del poder se va resquebrajando porque partidos políticos, especialmente el Unace, ahora presionan para cobrar el botín, es decir, cupos en las instituciones públicas, confirmaron altas fuentes del Equipo Económico y del propio Congreso.
La primera crisis entre poderes en la era Franco se desata cuando el oviedismo empieza a presionar por un cupo en el Directorio del Banco Central del Paraguay (BCP). Como el Ejecutivo no se animó a jugarse por el candidato del Unace, Flavio Martínez (muy resistido por el sector privado, sea dicho de paso), se inició el boicot a los créditos pendientes de aprobación en el Congreso, que desde el lunes sumarán USD 579 millones, con línea de USD 100 millones que Hacienda consiguió del BID ayer.
Es decir, la estrategia del oviedismo de ahora en más será hacer la vida del Ejecutivo más difícil, esto como forma de presión para lograr una mejor negociación en cuanto a cupos en el poder.
Esta versión fue contrastada y corroborada por fuentes del primer anillo de autoridades económicas, como así también fuentes parlamentarias, que calificaron como “chantaje oviedista” la coyuntura actual.
En las tres últimas sesiones ni siquiera se incluyeron en agenda los préstamos que el Ejecutivo necesita, primero para estimular a la economía a través de las obras públicas, y segundo, para construir una buena imagen ya de cara a la batalla electoral del 2013.
RÉPLICA. El líder del partido, Lino César Oviedo, señaló, en una misiva remitida a ÚH, que su partido tiene el derecho de proponer candidatos, dada la importancia de la “pluralidad” en la gestión estatal, mientras que el senador Jorge Oviedo Matto había dicho que fue el presidente Franco el que ofreció cupos al Unace.
A criterio del senador José Guastella, también oviedista, hay todavía un desconocimiento dentro de la facción política acerca de la posición oficial que tendrá con relación a la nominación de miembros del Directorio del BCP.
Fuera de toda consideración sobre los manejos que dan pie a comentarios, Guastella prefirió opinar en el sentido de que las personas finalmente electas deben cumplir con el requisito esencial de quienes anhelan ocupar ese cargo. “Eso no se discute. Hay que inclinarse por los buenos técnicos”, concluyó.
Por otro lado, el Partido Colorado, que puede inclinar la balanza para definir el tema, está más preocupado por las próximas elecciones internas que en la gestión del actual Gobierno. Al tiempo de confirmar que todavía no se tiene una posición de bancada, el senador Rogelio Benítez expresó que su posición se centra en que ya es tiempo de regularizar la conformación del directorio en la banca matriz “para dar estabilidad, gobernabilidad y proyección de país”.
OVIEDO MATTO Y SU DÍA DE FURIA
El titular del Congreso, Jorge Oviedo Matto, había dicho la semana pasada, cuando descargó gruesa artillería contra los actuales directores del BCP, que es muy sugestivo que desarrollen una política monetaria que hace ganar USD 100 millones al año a los bancos privados y que después “se llenen la boca para hablar de independencia”.
El político también aprovechó para recordar que, en los últimos años, gran número de funcionarios de alto rango terminaron pasando al sector privado.
En esta línea, denunció que exfuncionarios, antes auditores en el caso de estafa al BBVA, ahora estén contratados por el mismo banco.