Estas personas ingresaron el 11 de febrero del 2019 a una propiedad de Pedro Juan Caballero, el cual estaba “desocupado, vacío de mejoras y sin propietario, ni poseedor público”, escribieron.
Crearon hasta una comisión directiva reconocida por el Indert, “con miras a un asentamiento legítimo”. Nadie había reclamado el espacio hasta el 2024, explicaron.
AMENAZAS. “En dicho inmueble, nos encontrábamos aproximadamente 300 personas ocupando en forma pública, ininterrumpida y pacífica por varios años sucesivos, hasta que recibidos el inicio de una persecución y hostigamiento... una constante amenaza de desalojo, imputaciones de ir presos”, escribieron.
Explicaron de que la presencia de “hostiles en cantidad exagerada” representa una amenaza para lograr a cualquier costo el despeje de la tierra “ que tantos años vinimos trabajando a ley de buena fe”.