Pobladores de Carmelo Peralta, Departamento de Alto Paraguay, están intranquilos por la aglomeración de un total de 600 trabajadores en la obra de la ruta Bioceánica.
Según el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) se cumplen con las normas de bioseguridad para protegerse del coronavirus, pero esto no convence a los habitantes chaqueños.
Un grupo de concejales municipales de Carmelo Peralta presentó una nota a los representantes del consorcio a cargo de la ruta Bioceánica y además se reunieron con los encargados para solicitarles que paren con los trabajos, ante el ingreso del Covid-19 en el país.
Los pobladores están preocupados por la aglomeración y por el ingreso de trabajadores provenientes de distintos puntos del Paraguay, e incluso desde el Brasil.
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Además, refieren que existe una gran aglomeración de los obreros en el campamento que tienen en la localidad de Carmelo Peralta.
Según explicó la concejala Odilda Penayo, las obras no se pueden parar porque dependen exclusivamente del MOPC. Sin embargo, refirió que se logró frenar el viaje de unos 300 operarios de la zona del Brasil.
La diputada de Alto Paraguay Marlene Ocampos también envió una nota al MOPC para pedir la suspensión temporal de las actividades del consorcio, a fin de evitar la propagación y el contagio del coronavirus.
Los residentes de Carmelo Peralta consideran que es un riesgo para la salud de los habitantes que los brasileños sigan ingresando al país.
Desde que entró en vigencia el control de fronteras, dos brasileños con cédulas paraguayas y obreros del consorcio trataron de evadir el control realizado por agentes de la Policía, Migraciones y de Salud, pero luego fueron interceptados y puestos en cuarentena.
El consorcio que construye la ruta Bioceánica está integrado por las empresas Galvao Queiros de Brasil y Ocho A de Paraguay.