“Hoy en día, todos los bautizados estamos llamados a vivir el servicio con un amor desinteresado, donde las banderías políticas no quieran interferir en ese amor que Jesús nos invita hoy a que sea auténtico, puro e íntegro”, reflexionó el obispo del vicariato apostólico del Chaco, Gabriel Escobar.
Siguió indicando que uno no ayuda a su prójimo en la adversidad o para conseguir trabajo “por ser mi correlí o de mi bandería política”, sino que uno asiste “por la esencia de ser cristiano”.
“La esencia de un cristiano es el servicio hecho amor, es servir sin intereses mezquinos y particulares. La esperanza que guía todo el año jubilar es una ventana abierta a redescubrir la necesaria presencia del servicio en nuestra vida”, añadió el obispo.
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A su criterio, lo que de verdad importa es poner en el centro de nuestra vida el cuidado de los demás, especialmente los más vulnerables.
En su homilía del Jueves Santo afirmó que el servicio no es opcional en nuestra sociedad, ni en nuestra Iglesia, ya que es un elemento fundamental que brota de una vida confiada en Dios.
También manifestó que Jesús nos invita a ser auténticos, puros e íntegros. Igualmente, dijo que si fuésemos capaces de vivir “nuestro ser cristiano”, donde se dice que más del 80% de la población paraguaya es católica, “no podemos permitir que la corrupción e impunidad quieran abarcar todas nuestras instituciones públicas”.
Continuó diciendo que Paraguay es un país rico, pero falta que las autoridades decidan hacer buen uso de los recursos económicos que posee y que los cargos públicos deben ser ocupados por los que quieran ayudar, servir y sacar al pueblo de la pobreza.
“No puede ser que haya una minoría de compatriotas que vivan como si fuera que están en el primer mundo, mientras que la mayoría está viviendo como en el tercer mundo, faltándole lo mínimo para vivir dignamente. Esto no es justo, y Jesús vino a desenmascarar a estas personas falsas y corruptas”, sentenció.