19 jul. 2025

Nuestro país necesita impulsar una transformación productiva

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, dio a conocer sus estimaciones sobre el crecimiento del PIB de los países de la región. Paraguay se encuentra entre los de mejor desempeño con una proyección del 3,8% para este año y 3,6% para el 2025. Grandes desafíos deben ser abordados si no queremos retroceder en los avances logrados. Necesitamos impulsar una transformación productiva que a la vez de generar mejores resultados laborales, contribuya a lograr una economía más resiliente al cambio climático.

Si bien Paraguay no se encuentra necesariamente dentro de lo que la Cepal denomina “trampa del bajo crecimiento económico”, enfrenta los mismos desafíos regionales como la capacidad de creación de puestos de trabajos formales, especialmente en grupos como jóvenes, mujeres, personas mayores, personas con bajo nivel educativo y personas que viven en zonas rurales.

Adicionalmente, la intensificación de los efectos del cambio climático, de no adoptarse políticas de mitigación y adaptación, causará una importante reducción del volumen de empleos en el mediano plazo.

El buen desempeño nacional del PIB viene acompañado de otras buenas noticias como la expectativa de reducción de la inflación, pero también con señales de persistencia de la informalidad y de vulnerabilidad al cambio climático.

En 2023 la economía paraguaya creció un 4,7% (frente al 0,2% registrado en 2022), impulsada por la recuperación de la actividad agrícola y la generación de energía eléctrica, sectores que habían sido afectados por la sequía en 2022.

Para 2024, la Cepal proyecta un crecimiento del 3,8%.

El Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2024 recalca que la región se mantiene estancada en una trampa de bajo crecimiento acompañada de un mal desempeño de la inversión y una baja productividad laboral, a lo que se suma el poco espacio interno para implementar políticas macroeconómicas de reactivación y la incertidumbre global.

En este escenario, resalta Paraguay como uno de los líderes en materia de resultados del PIB. Para el 2025, la estimación es de un aumento del producto de 3,6%.

De esta manera, Paraguay resalta, sobre todo, en América del Sur como uno de los países de mayor dinámica económica. Estas estimaciones coinciden con la realizada por el Banco Central del Paraguay.

El estudio también revela los diferentes problemas que enfrenta el mercado laboral. Una parte de los empleos generados en los últimos años se concentran en sectores con menor crecimiento de la productividad, como algunos servicios y la construcción. La Cepal señala que para abordar estos desafíos es necesario articular políticas de desarrollo productivo, empleo y macroeconómicas, junto con medidas efectivas de adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos.

Esto requiere de un aumento significativo de la inversión pública y privada, así como reformas estructurales para promover un crecimiento económico sostenible y equitativo.

La sostenibilidad del crecimiento económico a largo plazo tiene como desafío el cambio climático. Paraguay tiene la oportunidad del bono demográfico y de género, pero sin inversión en capital humano, estos bonos se están perdiendo. No nos podemos quedar con el éxito cortoplacista del PIB ni con la comparación ingenua con otros países que van a crecer menos. Debemos ser ambiciosos y aspirar a un crecimiento alto, pero también a que el mismo redunde en mayores beneficios a la sociedad y en la reducción de la volatilidad del PIB que irá acrecentándose a causa de los fenómenos climáticos cada vez más fuertes y seguidos.

La estabilidad macroeconómica también está en cuestionamiento si consideramos el rápido aumento de la deuda y la persistente inflación de alimentos. Estos dos problemas no deben ser olvidados, ya que su trayectoria en los últimos años son alertas que deben ser consideradas si el objetivo trasciende el crecimiento y nos focalizamos en el desarrollo.

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