“Ellos pidieron una reprogramación de forma totalmente ilegal porque no tenían ni el aval de la casa de bolsa ni de los tenedores de bonos o de los inversionistas. Y hasta ahora no se ejecutó ni un solo guaraní en esa obra supuesta que ellos iban a hacer de G. 18.000 millones para construcción de pavimento o reparación de calle”, expuso Grau.
El dinero corresponde a la emisión del bono G7, y fue reprogramado por Óscar Nenecho Rodríguez supuestamente para la reparación de calles, pero ya pasó un año y no se sabe a dónde fue a parar el dinero. En el balance general de la Municipalidad de Asunción, hasta abril de 2025, no se rinde el saldo del dinero que corresponde a dicha emisión de bonos.
La solicitud de reprogramación fue recibida por la Junta Municipal el 14 de noviembre de 2024. En aquel entonces, ya existía un certificado de disponibilidad presupuestaria, con fecha 8 de mayo de 2023. En total, según el documento que se podía encontrar en la página web de Contrataciones Públicas, se contaban con G. 6.401.302.645 para la obra destinada al “mejoramiento vial de las calles y avenidas de la ciudad de Asunción”.
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“Un año antes de que ellos pidan esa reprogramación ya había un certificado de disponibilidad presupuestaria (...), y después finalmente piden a la Junta Municipal la reprogramación de esos bonos porque no tenían ese dinero. Otro dato interesante es que la adjudicación a esta licitación fue previa a que ellos pidan esa reprogramación”, recordó Grau.
“Sin embargo, hoy, casi un año después de que se reprogramó ese dinero, uno entra a la página de Contrataciones y no hay un solo pago hecho a la entidad adjudicada para que pueda demostrar de que esa obra se está haciendo”, añadió.
Las empresas Construcciones y Viviendas Paraguayas SA, y Constructora Feldmann SA fueron adjudicadas cada una con G. 9.000 millones para la obra de “mejoramiento vial de calles y avenidas de la ciudad de Asunción”.
En ambos casos, los contratos fueron firmados el 16 de agosto de 2024 y tienen vigencia hasta el 31 de diciembre de este año, según los datos publicados por la Dirección de Contrataciones Públicas. La fecha de inicio de ejecución supuestamente debió haberse dado el 16 de setiembre de 2024, y la conclusión, el 14 de marzo de este año.
Entre las obras contempladas por los contratos firmados con las empresas, se citan el levantamiento y reposición de tapas de registros cloacales, válvulas de agua corriente, remoción y reposición de empedrado, pavimento tipo empedrado, remoción y fresado de pavimento asfáltico, bacheo profundo, regularización asfáltica, entre otros trabajos.
Hasta el momento no se realizó ningún pago a las empresas contratadas.
“Hicieron un maquillaje de papeles para tratar de justificar el faltante de G. 18.000 millones que es parte de los G. 500.000 millones que han desaparecido de los bonos”, refirió el concejal Grau.
En la última sesión de la Junta Municipal, el edil solicitó que la Intendencia remitiera en 15 días un informe con los certificados de avance de la obra que nunca se realizó, así como también copias de los cheques entregados, los motivos financieros y presupuestarios que llevaron a la Intendencia a que solicite el cambio de destino de fondo de la emisión G7 para financiar las licitaciones.
“Que informe la situación de los fondos reservados, según el CDP 769 del 2023, que tenía que estar ese dinero guardado para esa licitación porque ya se adjudicó y por ende, ya tenés una responsabilidad contractual con una empresa y te estás exponiendo, o sea, le están exponiendo a la Municipalidad a una demanda por incumplimiento de contrato”, dijo Grau.
Reiteró finalmente que la Municipalidad podría afrontar una “catarata de demandas” debido a las deudas que se mantienen con las empresas contratistas y acreedores, como es el caso de los tenedores de bonos.
Dinero de bonos no aparece entre cuentas bancarias del balance
El bono G7 se emitió el 2 de febrero de 2021 por valor de G. 200.000 millones. G. 18.000 millones debían usarse para la “modernización y revitalización de la Terminal de Ómnibus” de Asunción. Otros G. 14.542 millones debían destinarse a la “red de protección de incendios para la zona comercial del Mercado 4”. Además, G. 6.000 millones se debían invertir en la construcción del mirador de Itá Pytã Punta.
El dinero de este préstamo, así como también el que corresponde al bono G6, no aparece entre las cuentas bancarias del balance municipal del primer cuatrimestre de 2025.
En una entrevista con Última Hora, el director de Administración y Finanzas, Víctor Gamarra Popoff, aseguró desconocer el motivo por el cual el dinero del bono G7 y del G6 no se rinde entre las cuentas bancarias.
“La razón exacta no sé, pero hasta donde tengo entendido, esos fondos cuando fueron emitidos fueron depositados en una cuenta operativa. Como los otros bonos. Cada bono fue creado con una cuenta posterior a ese desembolso. Entonces, por ejemplo, el bono G8 tiene una cuenta particular. El bono G3, el G4, cada uno de los bonos tiene una cuenta”, explicó Gamarra.
“Hasta donde yo vi los documentos y los registros contables, el G7 no tiene, por ejemplo, una cuenta específica que es del bono G7. (...) G6 creo que no tiene tampoco”, añadió.
Justificaciones de Nenecho y Mora son “manotazos de ahogado”, según edil
Recientemente, Nenecho y su suspendido jefe de Gabinete, Nelson Mora, culparon a la Junta Municipal por la falta de avance de las obras de desagüe que debían pagarse con el bono G8 (G. 360.000 millones). Nenecho aseguró que este dinero solo “da para hacer cuatro cuencas”, justificando de esta manera su reciente pedido de modificación del plan de inversión.
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Consultado sobre la falta de avances de las obras, el edil respondió que ya nadie cree ni al intendente ni a su mano derecha. “Decían que podían utilizar el dinero de los bonos a discreción porque la Cuenta Única les permitía, cuando la Cuenta Única les prohíbe. Decían que iba a ser un éxito (...) llevar a remate las tierras de la Costanera, pero ni siquiera hubo postor. Nadie cree en esta Administración municipal”.
Explicó que toda la operación que se llevó a cabo para la emisión del bono G8 fue “una estafa” orquestada por la administración de Nenecho.
“Si vos me pedís dinero como Junta Municipal para hacer ocho obras y después habías sido hiciste dos, no podés venir después a decir que había sido te alcanzó para dos. ¿Para qué pediste para ocho? Esa es la irresponsabilidad con la que manejaron esta Administración”, recalcó.
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Criticó el hecho de que se pidiera dinero para realizar ocho obras, cuando ni siquiera se ejecutaron del todo cuatro, aludiendo a las obras de San Pablo (30% de ejecución, según el interventor) y Abasto (35%), Santo Domingo (3,5%) y General Santos y San Antonio (2%).
“Empezaron algunas, están por el camino, con una baja ejecución presupuestaria, pero el dinero desapareció. Entonces, estos son manotazos de ahogados. Están queriendo mentirle nuevamente a la ciudadanía, tratando de justificar la aberración y el latrocinio que hicieron con el dinero público”, acusó el edil.
Insistió en que las justificaciones de Nenecho y Mora no tienen “ni pies ni cabeza” y que “lo que ellos digan son (...) trampas semánticas o relatos que no tienen nada que ver con lo que dicen los documentos”.
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Solo por las obras de Abasto y San Pablo quedan pagar más de G. 94.000 millones. Por la obra de Santo Domingo, se adeudan más de G. 58.000 millones, y por Gral. Santos y San Antonio, más de G. 34.000 millones.
En el balance del primer cuatrimestre de 2025, la administración de Nenecho apenas rinde G. 932 millones en la cuenta del bono G8. Con este préstamo se debían financiar ocho obras de desagüe, las que corresponden a Ayala Velázquez, España II, San Antonio y General Santos, Santo Domingo, Terminal, Universidad Católica, San Pablo y Abasto.