El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, salió al paso de las críticas de diferentes economistas, quienes coinciden en el agotamiento de un sistema fiscal y en la necesidad de una mayor participación privada ante una recaudación limitada por el régimen tributario bajo por el que apostó Paraguay.
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“Mientras ordenamos gastos, priorizando sectores claves (salud, educación, seguridad y protección social) surgen voces peligrosas que claman suba de impuestos bajo un supuesto ‘nuevo pacto social’. Peligroso por donde se lo mire, justo cuando crecemos 6%. Este gobierno no va a subir los impuestos. Punto”, expresó el ministro de Economía, respondiendo a las críticas.
La crítica situación generada por la deuda del Estado con las empresas constructoras no responde a un problema coyuntural, sino al agotamiento de un modelo fiscal estructuralmente limitado. Esta fue la principal conclusión expuesta por los economistas Amílcar Ferreira y Jorge Garicoche durante el conversatorio “Deuda del Estado, Economía y Seguridad Jurídica”, organizado por la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco).
El analista económico Amílcar Ferreira sostuvo que la crisis actual no sorprende y deriva directamente del diseño histórico del esquema tributario paraguayo. Recordó que Paraguay “apostó por ser un país de muy baja presión tributaria”, ubicándose entre los niveles más bajos del mundo, lo que implica consecuencias previsibles.
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“Esta carencia de recursos no es coyuntural, es por diseño. Si vas a recaudar poco, el Estado debe ser extremadamente eficiente y limitarse a funciones esenciales, como seguridad y justicia”, puntualizó.
Ferreira comparó el modelo paraguayo con una aerolínea de bajo costo: “El pasaje es barato, pero con servicios mínimos”. En esa lógica, consideró que el desarrollo de infraestructura no debería depender del presupuesto público, sino de una mayor participación de la inversión privada mediante concesiones y alianzas público-privadas (APP). No obstante, lamentó que el país avance “demasiado despacio” en este camino.
“Obras como el aeropuerto internacional o la duplicación de rutas estratégicas deberían estar hace años bajo modelos APP. Pero seguimos sometiendo al Estado a responsabilidades que ya no puede asumir”, afirmó.
El economista advirtió que la acumulación de deudas con contratistas refleja el agotamiento del esquema vigente.
Recordó que en 2013, cuando Paraguay realizó su primera emisión de bonos, la deuda pública representaba el 10% del PIB; hoy ronda el 40%. “La deuda es cuatro veces la presión tributaria”, subrayó.