Blas Estiven López, de 27 años, desapareció en aguas del arroyo Yacaré, en la compañía San Antonio, a unos 32 kilómetros al norte de Pilar, Departamento de Ñeembucú.
El pescador había sido arrastrado por la corriente al tratar de cruzar de una orilla a otra, nadando.
Según el personal de la Prefectura de Zona Pilar, López se encontraba pescando en el lugar junto a otras tres personas, desafiando todas las recomendaciones de seguridad.
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El joven pescador fue arrastrado por la corriente al intentar cruzar nadando a la otra orilla, para colocar un espinel para pescar. Según el relato, llevaba consigo el piolín con los anzuelos.
El cauce del arroyo se encontraba con un importante caudal de agua y buena velocidad.
El desafortunado pescador, al llegar a la mitad del arroyo, notó que el piolín se soltó, por lo que intentó regresar. Sin embargo, fue arrastrado por la fuerte corriente.
Luego de tres días de búsqueda, su cuerpo fue encontrado tras el trabajo del personal de la Prefectura Zona Pilar, no muy lejos donde se produjo el suceso.