Sin generar verdadero peligro en el área contraria, al menos en estas dos primeras presentaciones, Olimpia sin embargo ganó porque fue mejor. En Itauguá el “12” fue más punzante en los primeros veinte minutos, pero sucedió que ese peso ofensivo que, en general, encontró el regular desempeño de Alcaraz y el mejor de Cáceres en la zaga franjeada, no se materializó en gol y, vengan como vengan, los goles son goles.
Olimpia los encontró siempre después de comenzar a imponer su fútbol físico, por momentos con zarpazos veloces a través de Ramón Sosa por la izquierda. Él cayó en el área y el recientemente regresado Paiva marcó. En la segunda etapa pasó algo parecido: pujanza y mayor velocidad del “12”, pero después de tres cuartos de partido el dinamismo itaugüeño volvió a disminuir y sus incursiones fueron sofocadas. Después llegó el segundo de Olimpia, luego de una mano de Da Silva. Otra vez fue un joven el encargado en patear un penal y, otra vez también, Cardozo fue engañado. Torres puso el segundo y desde ahí el juego no tuvo mayores relevancias en ninguno de los arcos.
La figura
Guillermo Paiva
Sobre todo en el primer tiempo tuvo movilidad e inquietó el arco. Marcó el penal y fue importante en la marca.
El Pipo Gorosito habla de jerarquía
“Este grupo de jugadores saca su jerarquía y gana, pero hay que mejorar para la Copa Libertadores”, indicó Néstor Gorosito. “(Hay que mejorar) en volumen de juego, tener mayor verticalidad, en agredir un poco más, en no flotar tanto, ser un poco más agresivo”, concluyó. Pedro Sarabia criticó la labro arbitral, así como los jugadores.