Los datos y sobre todo la realidad que vemos reflejada en los reportes periodísticos cada día nos confirman la imparable epidemia de accidentes de tránsito en el país. El fin de semana, un total de 28 personas perdieron la vida de forma violenta, principalmente a consecuencia de accidentes de tránsito. Según los datos, los jóvenes son el sector más afectado por la “siniestralidad vial”, que suceden sobre todo por exceso de velocidad, consumo de alcohol, uso del celular y la no utilización del casco en el caso de los motociclistas.
Cuando las autoridades emiten comentarios sobre las cifras de accidentes viales la palabra más utilizada es alarmante. Lamentablemente, poco se hace, no se observa suficiente preocupación o alarma por parte de quienes toman las decisiones.
Los datos de la Agencia Nacional de Tránsito y Seguridad Vial (ANSTV) señalan que en el primer semestre de 2025 el factor humano continúa siendo el principal catalizador de los siniestros viales; las seis principales causas de siniestros atribuibles al factor humano concentran el 70% del total de los casos. Entre estas se encuentran conductas como no conservar la distancia, su lado o giro indebido, exceso de velocidad, el incumplimiento de las señales de tránsito y la conducción bajo los efectos del alcohol.
“Esto significa que una gran mayoría de los siniestros no son fortuitos, sino que son el resultado predecible de comportamientos que pueden y deben ser modificados a través de la educación, la concienciación y, fundamentalmente, una fiscalización rigurosa y sostenida”, se lee en el documento.
Para el primer semestre se encontró que la carga de la siniestralidad se concentra en perfiles bien definidos: los motociclistas son en primer lugar y de manera desproporcionada las principales víctimas de lesiones. Le sigue como grupo demográfico la población joven y adulta-joven, particularmente de sexo masculino; es la más afectada tanto en morbilidad como en mortalidad.
Por otra parte, entre los meses de abril a junio, segundo trimestre, hubo un total de 263 personas fallecidas, nueve de cada diez eran del género masculino. De acuerdo con estos datos de la Policía Nacional, la causa número uno fueron los choques, y le siguen los atropellamientos, caída de motocicleta y vuelco. En este sentido, vale la pena agregar que, el total de lesionados a causa de accidentes de tránsito donde estuvo involucrada una motocicleta, fue de 2.073 personas. El principal vehículo de accidente de tránsito es la motocicleta para el periodo de abril a junio y representa el 79% del total de las personas atendidas.
Se debe recalcar en un dato que sobresale: El uso del casco. El informe habla de motociclistas lesionados según uso de elemento de seguridad, casco, en el segundo trimestre: De 2.073 personas accidentadas, el 55% no llevaba el casco, el 33% si llevaba y sobre el 12 no se tienen datos.
Los datos anteriores se enlazan con las cifras del Hospital del Trauma Manuel Giagni, donde se atendió a 2.640 personas por lesiones derivadas de siniestros viales durante el segundo trimestre. La distribución por genero evidencia una mayor afectación masculina, con el 73% de los lesionados siendo hombres, y el grupo de edad más impactado fue el de 15 a 34 años, que representa el 66% del total de lesionados, y coincide con el patrón observado en la mortalidad vial, donde resalta la vulnerabilidad de jóvenes y adultos jóvenes. También sobresale el dato sobre que los motociclistas continúan siendo el grupo más vulnerable, con un 79% de los lesionados.
Es imprescindible que las autoridades y los funcionarios tomen nota de la preocupante realidad que suponen los percances viales en nuestro país. Es urgente que se tomen medidas en cuanto al desarrollo de campañas educativas, se debe reforzar la concientización ciudadana, pero sobre todo, los controles deben ser creíbles y rigurosos. Ya no podemos permitir que generaciones enteras vean terminadas sus oportunidades en la vida por accidentes que deberían ser evitados y es inaceptable que por el incumplimiento de las normas, falta de uso de un casco o conducción bajo los efectos del alcohol sigan muriendo personas.