Veamos algunos aspectos. Con la definición tarifaria, se establecerá también el Presupuesto 2024 de la entidad, no importa que ya estemos prácticamente en la última semana de abril. Otro punto es que los ministros paraguayos, quienes también integran el Consejo de Administración de la entidad, fueron quienes dieron plazo a la definición tras la reunión del martes pasado con sus pares brasileños Mauro Vieira (canciller) y Alexandre Silveira (Minas y Energía). Los brasileños fueron más cautos, hablaron de un pronto acuerdo, sin decir fecha.
Otra consideración es que aparentemente la tarifa quedará en USD 16,71 kW/mes, pero es una presunción, hasta ahora no se indicaron cifras, sino intenciones. Sin embargo, bien lo señaló el experto Victorio Oxilia Dávalos, cualquier número por encima de los USD 10 kW/mes generará recursos adicionales para Paraguay. A su vez, el ingeniero Eduardo Viedma, ex consejero de la central, dijo que con los USD 16,71 kW/mes, tarifa que rigió en el 2023, se percibirán USD 400 millones en Paraguay. Además, los consejeros paraguayos indicaron que el acuerdo regirá por más de un año, es decir, en un par ya significarán USD 800 millones, ¡es mucha plata!
Entonces, la pregunta es si esos recursos serán incorporados al Presupuesto General de la Nación, tal como lo solicitan los expertos, para un efectivo control de los organismos del Estado como la Contraloría General de la República (CGR).
Giménez también señaló que se está hablando de un acuerdo operativo que tenga vigencia por el mismo periodo de la tarifa. Sin embargo, aunque se estima que este documento favorecerá a la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) tal como lo venía haciendo el anterior, nada se dijo del contenido. Tampoco se sabe oficialmente cuánta potencia contratará la ANDE este año.
Igualmente, ¿será que los negociadores paraguayos plantearon a Brasil la venta de la energía paraguaya a precio de mercado, tal como ya lo había consensuado el propio Luiz Inácio Lula da Silva con Paraguay en un anterior periodo de mandato? Y también, ¿será que recordaron a Brasil el análisis de la CGR sobre la deuda espuria de Itaipú, que alcanzó USD 4.193 millones por aplicarse tarifas más bajas a las fijadas por el Anexo C del Tratado, en beneficio del Brasil entre 1985 y 1997?
Es decir, los cuestionamientos de la ex senadora Desirée Masi en X la semana pasada en relación con las declaraciones de los consejeros del martes pasado, donde anunciaron un próximo acuerdo, son para tener en cuenta. “Me impresiona el silencio de casi todos e incluso casi toda la prensa con Itaipú. Conferencia de prensa de cancilleres, repiten lo mismo que escuchamos hace meses y no permiten preguntas. ¿Eso no es casi censura? Nadie se refiere a la calificación de la calificadora de riesgo S&P, bajaron por el impase de la tarifa, hecho que no ocurrió jamás en 50 años. Y así... te duermen con cuentos de hadas y se normaliza como si nada cualquier verdura”, expresó la legisladora.
Tiene usted razón doctora Masi, no se aceptaron consultas en aquella conferencia. Es cierto también que la Standard & Poor’s rebajó la calificación de la entidad, según publicaron medios brasileños, y de eso tampoco hablaron los consejeros. Bien que cuando es positiva la noticia rápido está en la página web oficial de la central, como aquella publicación del 15 de septiembre de 2023. Es decir, ante el cuestionamiento de si estamos viendo la luz al final del túnel, veo todavía poca transparencia en la Itaipú. Y en la oscuridad estamos a merced de los depredadores, de las metidas de pata. Y aquí es un país el que está en juego.
