19 abr. 2024

Los jóvenes que rompen esquemas al hacer ciencia en el Paraguay

Si bien las ciencias y tecnologías tienen un gran atraso respecto a los países con mayor desarrollo en el mundo, en Paraguay existen jóvenes que se animan a romper con los esquemas y se abocan a la investigación en áreas altamente técnicas.

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Componentes del Arasunu II expuestos durante la competencia Latin American Space Challenge 2022.

Foto: Gentileza.

Hacer ciencia no es fácil, pero la situación se vuelve algo más compleja en un país donde el sistema educativo no está enfocado en la temprana iniciación de los estudiantes en esta área. Además, la inversión en desarrollos científicos, tecnológicos y de innovación sigue siendo muy baja.

A pesar de las adversidades, existen quienes superan estas barreras y luchan por mantener viva la chispa de las ciencias en sus vidas. Con mucho amor propio y entusiasmo, jóvenes científicos del país se abren camino en un mundo en el que la prueba y el error son claves para el éxito.

Las matemáticas, una ventana hacia las ciencias

Las matemáticas son indispensables. Son la ciencia que estudia las relaciones entre cantidades, magnitudes y propiedades, y las operaciones lógicas mediante las cuales se pueden deducir cantidades, magnitudes y propiedades desconocidas. Además, describen fenómenos cotidianos y nos ayudan a entender nuestro entorno.

Nahuel Gómez, de 19 años, fue medalla de bronce en la Olimpiada Iberoamericana de Matemáticas 2021 y mención de honor del 2020. Asimismo, representó al país en la última Olimpiada Internacional de Matemáticas.

El joven habló sobre su experiencia. Si bien dijo que descubrió su amor por las matemáticas por casualidad, asegura que estas son una ventana hacia las demás ramas de las ciencias.

“Gracias a mi participación pude incorporarme al Programa Nacional de Iniciación Científica de Jóvenes Talentos de la Organización Multidisciplinaria de Apoyo a Profesores y Alumnos (Omapa), que tiene un énfasis en matemáticas”, explicó.

Para él, es a través de este tipo de programas que una persona puede dimensionar la importancia de la iniciación temprana en las ciencias.

“Si uno mira a los países que están en la vanguardia del desarrollo, todos tienen una inversión científica muy importante y apuntan a que las personas inicien tempranamente a los futuros científicos, emprendedores del sector tecnológico, entre otros, para que, a la hora de elegir sus carreras, tengan una idea sobre todo este mundo”, dijo.

Para Nahuel, en el Paraguay no hay oportunidades de desarrollo científico más allá de las matemáticas. “Por ejemplo, recién desde este año se implementó una olimpiada de biología; antes no había recursos. Si es que uno quiere ser bioquímico o un físico, no hay recursos”, agregó.

Nahuel Gómez, de 19 años, representó al país en la última Olimpiada Internacional de Matemáticas.

Nahuel Gómez, de 19 años, representó al país en la última Olimpiada Internacional de Matemáticas.

Foto: Gentileza.

“La matemática es la excepción. En el caso de Paraguay es como la ventana abierta para personas con ciertos dotes científicos, para llevar a cabo sus proyectos. Cuando uno escucha sobre jóvenes paraguayos destacados en la ciencia, el nexo común que tienen estas personas, en la mayoría de las ocasiones, es este Programa de Iniciación Científica de Omapa”, aseguró.

Modelo educativo equivocado

El joven matemático señaló que uno de los principales motivos por los que las matemáticas no resultan atractivas para otros jóvenes tiene relación con el modelo educativo utilizado en la enseñanza.

“Creo que la forma en la que se enseñan las matemáticas en el colegio pone mucho énfasis en la memorización y en que sea un proceso de cómputo manual. No hay ninguna creatividad involucrada en el proceso, ninguna aventura lógica de descubrir el camino”, dijo.

Para Nahuel, además de ser reconfortante aprender con las matemáticas, “uno descubre cómo esto te puede enseñar a estructurar tu mente y volverte una persona mucho más creativa, a pensar de forma más lógica”.

“Un matemático o científico profesional se dedica a producir ideas y hacer buenas observaciones antes que memorizar cómputos. Por ello es que hablo de los méritos de los programas”, comentó.

Nahuel asegura que lo ideal sería cambiar la forma de enseñar las matemáticas y la manera en la que se estructura el sistema educativo. No obstante, indica que, a corto y mediano plazo, el mejor camino es hacer uso de las oportunidades que ofrecen algunas organizaciones.

Incentivar a los jóvenes

Para el representante de Paraguay en la última Olimpiada Internacional de Matemáticas, los programas para jóvenes talentos y las oportunidades de participar en olimpiadas pueden ser fundamentales para incentivar el incremento del número de jóvenes abocados a este tipo de ciencias.

“Una vez que se tenga esa oportunidad se debe hacer la labor de incentivar a los jóvenes para que prueben. Esto abre una gran ventana para que se expandan hacia el área. Si hay oportunidades e incentivos, pueden salir cosas buenas”, señaló.

Nahuel Gómez asegura que las matemáticas nos ayudan a pensar de forma estructurada y a descubrir que se pueden superar las fronteras de nuestra propia mente. “Siempre voy a ver las matemáticas como el inicio de una mirada estructurada y lógica del mundo”, afirmó.

La robótica, aprender de forma divertida

La robótica es la ciencia que estudia a los robots y, como tal, concentra las distintas disciplinas necesarias para diseñar y fabricarlos. Sin duda, esta es un área que aportará mucho al futuro científico del país.

Para muchos, la robótica es un mundo completamente desconocido. Sin embargo, cada vez son más los niños, adolescentes y jóvenes que se sumergen en este tipo de ciencia.

Integrantes de SpaceTeens (Chicos del Espacio), durante el último First Lego League del Brasil.

Integrantes de SpaceTeens (Chicos del Espacio), durante el último First Lego League del Brasil.

Foto: Gentileza.

La robótica es una rama del conocimiento que incluye diversas disciplinas, entre ellas, la electrónica, la informática, mecánica, física, álgebra, animatrónica, automática. Los espacios abarcados son el control, la sonorización, la programación y la planificación de los sistemas robotizados.

En Paraguay, existen sitios que fomentan este tipo de ciencia como el Espacio Ser, que ayuda a los niños y jóvenes a interactuar con las nuevas tecnologías. En este caso, se ofrecen conocimientos sobre robótica, programación, mecánica, diseño y construcción, utilizando piezas de construcción LEGO y Robora.

Si bien el principal objetivo es diseñar y construir un mecanismo automatizado para ejecutar una acción concreta, a través de la programación, durante el proceso de elaboración los estudiantes desarrollan cualidades y aplican valores.

El pensamiento lógico, la creatividad, el trabajo en equipo y la capacidad de resolución de problemas son lagunas de las cualidades que la robótica puede desarrollar en los estudiantes.

Durante los últimos años, también se ha multiplicado la cantidad de escuelas y colegios que apuestan a la robótica educativa. Varios de ellos se han destacado en competencias nacionales e internacionales.

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Un ejemplo de ello son los integrantes de SpaceTeens (Chicos del Espacio), quienes se conocieron en un campamento organizado por la Agencia Espacial del Paraguay y luego decidieron formar parte de un equipo enfocado en la robótica.

Sus miembros fueron reconocidos con el premio al proyecto de innovación durante el último First LEGO League Paraguay, con lo que clasificaron para una competencia internacional celebrada en Río de Janeiro, Brasil. Allí compitieron contra 90 delegaciones de 38 países.

Si bien estos niños y adolescentes vivieron con mucha alegría todo el proceso, también debieron sortear la falta de recursos para poder viajar hasta el Brasil y presentar su proyecto.

Los representantes de Paraguay compitieron contra 90 delegaciones de 38 países.

Los representantes de Paraguay compitieron contra 90 delegaciones de 38 países.

Foto: Gentileza.

Arasunu II y el camino para llegar al espacio

Un equipo de jóvenes científicos de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (FP-UNA) se destaca en el país por el diseño y fabricación de cohetes, elaborados con una alta complejidad técnica.

Su último proyecto, el Arasunu 2, obtuvo el pasado mes de agosto el Premio de Ingeniería por Excelencia Técnica, con el cohete Arasunu II en el Latin American Space Challenge 2022, llevado a cabo en Tatuí, São Paulo, Brasil.

El proyecto estuvo a cargo de miembros del Club Aeroespacial de la FP-UNA, quienes no se conformaron con cumplir con los requerimientos mínimos de la competencia y fueron más allá, dotando al Arasunu de mayor complejidad técnica y utilizando materiales innovadores.

Parte del equipo que formó parte del diseño y la construcción del Arasunu II.

Parte del equipo que formó parte del diseño y la construcción del Arasunu II.

Foto: Luciano Jara.

¿Qué tan complejo es hacer ciencia en el país?

El universitario Marcos Garay, quien formó parte tanto del Arasunu I como del Arasunu II, dijo que las ciencias no forman parte de la cultura general del paraguayo. Asimismo, señaló que no se cuenta con el suficiente apoyo del Estado y las instituciones privadas.

“Hablar de ciencias a muchos les parece extraño. Hacer ciencia en sus distintos sectores es complicado, ya que no hay apoyo, más aún en el sector aeroespacial, ya que es un campo muy complejo, competitivo y costoso. Pero, a su vez, es muy beneficioso”, expresó.

Garay aseguró que el país cuenta con la suficiente capacidad técnica para desarrollar proyectos aeroespaciales de gran envergadura, pero para ello se requiere de mayor difusión de este tipo de proyectos y así conseguir más apoyo financiero.

Por su parte, el universitario Alex De Andrade aseguró que uno de los objetivos de este proyecto también es demostrar que en el Paraguay existe suficiente capacidad de ingeniería. “La capacidad es muy buena, pero requerimos de mucho apoyo. Aquí debe trabajar un equipo, pero se requiere de un respaldo financiero”, dijo.

El proyecto Arasunu II supuso un gran desafío para los estudiantes de la FP-UNA. El emprendimiento fue financiado con recursos de la Entidad Binacional Yacyretá, mientras que la casa de estudios proveyó de la infraestructura para su desarrollo.

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¿Paraguay puede llegar al espacio?

Aunque Paraguay está muy relegado en la carrera aeroespacial con el resto del mundo, para los miembros del Club Aeroespacial de la FP-UNA, no es descabellada la idea de que nuestro país llegue al espacio con un proyecto íntegramente desarrollado por un equipo local.

Para llegar al espacio, el cohete deberá elevar a unos 100 kilómetros sobre el nivel del mar, para lo que se requiere del desarrollo de motores potentes y que la estructura sea más resistente. Esto requerirá de una importante inversión.

“El primer paso sería tocar el espacio y volver, pero en un futuro podemos hablar de un cohete orbital que pueda dejar un satélite en el espacio. Todo es un proceso. Necesitamos de un motor de propulsión líquida. Estamos avanzando en eso”, explicó Cristian Rivas.

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Foto: Gentileza.

Por su parte, Marcos Garay asegura que el país tiene la capacidad de llegar al espacio, pero para ello se necesita mayor apoyo para diseñar y ejecutar el proyecto. Aseguró que en dos o tres años se podría llegar al espacio con un cohete paraguayo.

Édgar Ramírez también se mostró muy optimista por llegar al espacio. “Si tuviéramos infinitos recursos y las estructuras de laboratorios, no sería raro que podamos llegar al espacio. Con las innovaciones y facilidades de intercambiar conocimientos, no sería descabellado esto. Necesitamos más inversión en la Educación Superior y escolar”, dijo.

¿Cómo despertar interés hacia las ciencias?

Édgar Ramírez recordó que muchos de los inventos que son elementos de consumos fueron probados gracias a las tecnologías aeroespaciales. Afirmó que uno de los caminos para incentivar a los jóvenes a que tomen el gusto por las ciencias es impulsar la creación de laboratorios en las instituciones educativas a nivel de escolar básica.

“Se pueden empezar a hacer pequeños proyectos de ciencia en las escuelas. Esto hará que les sea más sencillo en un futuro. Esto no siempre trae una repercusión inmediata, pero se puede construir un futuro”, sostuvo.

Cristian Rivas señaló que otro camino a seguir es implementar en el sistema de educación una enseñanza en base a proyectos. Afirmó que esto permitirá que existan más profesionales destacados.

“Nos dimos cuenta de que al hacer un proyecto se puede aplicar lo aprendido en las aulas y se alcanza un nivel de competencia mayor. Uno puede entender para qué sirve lo que se aprende y a veces se aprenden cosas por cuenta propia”, dijo.

En la misma línea, Alex De Andrade explicó que la educación basada en proyectos permitirá que los propios estudiantes puedan ver los resultados y se apropien de los conocimientos.

Las ciencias en el Paraguay

Durante los últimos años, Paraguay ha hecho un esfuerzo considerable para fomentar el desarrollo de las ciencias, pero las acciones siguen siendo insuficientes.

El Reporte Global de Competitividad 2017-2018, emitido por el Foro Económico Mundial (WEF, 2018), denota que el país tiene una baja inversión en lo que respecta a la financiación de desarrollos científicos, tecnológicos y de innovación.

El país aún tiene mucho por hacer para generar inversiones, políticas públicas y fomentar el desarrollo científico y tecnológico.

No obstante, hay que reconocer que existe un esfuerzo considerable en lo que refiere al desarrollo de la ciencia y la tecnología con la elaboración de una Política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación a ser implementada entre los años 2017 y 2030 a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

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