El analista realizó una introspección de lo que serán las internas partidarias y las elecciones presidenciales del año venidero, en el marco del lanzamiento de su libro El cambio de los partidos de Gobierno y en la oposición.
“Para el próximo año nuevamente los dos candidatos más fuertes son de los dos partidos tradicionales. Los partidos están en deuda con la ciudadanía, hay muchos casos de corrupción, pero lejos de atacarlos, debemos dar las herramientas para fortalecer el sistema de los partidos políticos, conocer el financiamiento”, mencionó.
Agregó que “la idea de tener partidos de 135 años es como decir que hay cierta estabilidad, pero es al contrario, se mantienen porque tuvieron que adaptarse a los tiempos, hay ciertos cambios que adoptaron para llegar al poder”.
Sostuvo que “en Paraguay los partidos políticos no están perdiendo afiliados, al contrario, están inscribiendo a nuevos afiliados, contrario a lo que está pasando en Europa u otros países”.
En su libro, Pérez Talia sostiene que los partidos políticos paraguayos no son instituciones homogéneas ni cohesionadas, sino todo lo contrario. La mayor parte de su existencia funcionaron como partidos fuertemente faccionados, con rivalidades extremas al interior que los mismos ocasionaron, incluso, desmanes en la política tradicional.
“En su afán de imponer su condición hegemónica dentro del partido, las facciones no han tenido problema para aliarse con facciones del partido rival. Si bien colaboran al inicio del gobierno a fin de obtener la mayor cantidad de espacios de poder, las tensiones se exacerban especialmente a medida que se acercan las elecciones, por lo cual el desafío de integrar los mejores lugares de las listas se vuelve trascendental”, señala.
Asimismo, hace un recuento sobre el temprano bipartidismo en el siglo XlX, una vez culminada la Guerra de la Triple Alianza, hasta llegar a 1989, donde empieza la era democrática.
Los partidos están en deuda con la ciudadanía. Hay muchos casos de corrupción; debemos fortalecer el sistema.
Marcos Pérez Talia,
analista.
Dejá tu comentario