El agente de policía José Giménez, quien cumple funciones en la Comisaría 24 ª Bañado Sur, de Asunción, una zona considerada peligrosa, explicó a Telefuturo que la incorporación de una cámara corporal es una decisión particular por trabajar en una zona peligrosa y donde no suelen haber testigos.
En ese sentido, indicó que además es abogado y que la ley que establece la implementación de las cámaras en los procedimientos se encuentra promulgada, pero no reglamentada. “Sin embargo, su no reglamentación no impide su implementación”, sostiene.
“El trabajo en esos lugares de la Policía Nacional es complicado, porque no tenemos muchas veces la colaboración de los vecinos, pero entendemos también eso por temor a las represalias”, sostuvo.
A su vez, señaló que los agentes policiales muchas veces necesitan respaldo jurídico de sus actuaciones, porque la zona en la que se encuentran hay casas precarias, pasillos y deben tener conocimiento hasta de procedimientos tácticos para actuar, por lo que deben respaldarse audiovisualmente.
📌 "Yo soy abogado, lo de la cámara corporal es algo mío, pero hay una Ley que establece la implementación de videocámaras en los procedimientos, solo falta reglamentar ", oficial inspector José Giménez
— Telefuturo (@Telefuturo) May 26, 2024
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El agente policial registró en un video a funcionarios de salud del Hospital de Barrio Obrero negando la atención a dos pacientes que ingresaron en horas de la madrugada del sábado.
“El problema se enfoca ahí en la falta de humanidad que tienen los funcionarios públicos y más a los que se dedican al rol de atención a la ciudadanía y era ya constante el actuar del hospital de Barrio Obrero, donde ni siquiera permitían bajar a los pacientes”, recalcó.
En ese sentido, detalló que la Policía Nacional colabora con el sistema de salud al trasladar a pacientes en patrulleras, pero que por protocolo no es correcto, porque se puede agravar más la situación del paciente.
No obstante, mencionó que no habían ambulancias por la zona y la hora y lo que hicieron fue trasladar hasta el hospital más cercano, pero que por lo general no les permiten bajar pacientes en el Hospital de Barrio Obrero y que por caraduras no más pudieron meterla hasta el pasillo a la señora con el tobillo fracturado. Pasaron 40 minutos hasta que se dignaron a traer una camilla.
“Luego de reclamarle a la enfermera, al médico de turno, el recepcionista, le ingresaron al sistema de Urgencia, pero nunca llamaron a la ambulancia y tuvimos que pedir apoyo a otra comisaría para una patrulla y derivarlos hasta el Hospital de Trauma”, relató.
El agente dijo que ya ocurrió con otra persona que había sufrido quemaduras y ellos no quisieron ni darle una asistencia médica preliminar, un calmante, hasta derivarla a la unidad que corresponde.
“Directamente querían que vaya al Hospital del Quemado, entendemos que no tiene la infraestructura para asistirle, pero tienen que dar los auxilios hasta convocar a una ambulancia y trasladarle a la unidad médica que corresponde, no le podemos dejar a una persona tirada en la calle a su suerte, tenemos que tener un poco de humanidad”, cuestionó.
Entre tanto, recalcó que hasta el médico de turno se negó a proporcionar los nombres. “Nosotros informamos al Ministerio Público, a parte del sumario administrativo se le tiene que abrir una causa penal por omisión de auxilio, nosotros enviamos el informe. Me cruce con siete personas y les pregunté sus datos y todos se hacían los desentendidos”.
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Indignante inacción
Uno de los pacientes había recibido un disparo en la cabeza y una mujer mayor registraba una fractura en el tobillo y fue trasladada hasta el lugar por agentes policiales en la carrocería de una patrullera.
Ya en el hospital, los funcionarios habrían puesto trabas para la atención y señalaron al Hospital de Trauma como el nosocomio de referencia para dichos casos.
El agente reclamó a los funcionarios de salud que el traslado de pacientes no les corresponde y que llamen a una ambulancia para derivar a los pacientes.
Sin embargo, ambos pacientes tuvieron que ser trasladados a bordo de la patrulla policial, pese al frío y la urgencia de ambos casos.
Los agentes labraron acta de lo ocurrido y solicitaron las identidades correspondientes de los funcionarios y el médico de guardia, pero estos negaron identificarse.
El Ministerio de Salud abrió una investigación por el caso, gracias al respaldo audiovisual por parte del agente policial.