“No podemos permitir que este desastre humanitario continúe”, dijo Wang en relación al conflicto palestino-israelí, reclamando al respecto un alto el fuego, que no se pongan trabas a los corredores humanitarios y que se celebre una conferencia internacional de paz “lo antes posible” con el objetivo de alcanzar una solución basada en el establecimiento de dos Estados.
Al respecto de esa posible solución, postura oficial de Pekín, el jefe de la diplomacia china reclamó “una postura más unificada” para lograr una “solución adecuada” a un problema que “lleva pendiente más de 70 años”.
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“Una vez más, queda demostrado que la cuestión de Palestina está en el centro de los problemas en Oriente Medio. (...) Es la injusticia más duradera de nuestro mundo”, afirmó el también director de la Oficina Central de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China (PCCh).
Preguntado al respecto durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania), Wang aseguró que la situación en el mar Rojo no puede compararse con la vivida en el estrecho de Formosa: “La cuestión de Taiwán es un asunto interno de China. Taiwán es una parte de China, nunca ha sido un país”.
Acerca de esto, el ministro advirtió de que, “para preservar la paz en el estrecho de Taiwán, la ‘independencia de Taiwán’ debe ser rechazada de manera firme”.
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Wang también mencionó otro conflicto marítimo, el del mar de China Meridional, que incluyó en “las complejas disputas históricas” a las que se enfrenta su país, al tiempo que aseguró que Pekín está “comprometido con gestionar las diferencias mediante las consultas y resolver las disputas a través del diálogo”.
En este sentido, el emisario chino afirmó estar “preparado” para “acelerar” las negociaciones junto a los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) sobre un posible código de conducta en el mar de China Meridional, el cual pidió convertir “en un mar de paz, cooperación y amistad”.
Fuente: EFE
