10 nov. 2024

La ANDE que no anda

Los constantes cortes de energía en el servicio de distribución de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) no solo hacen de los días calurosos un calvario ciudadano, sino también causan una gran pérdida para el sector productivo e industrial.

A los electrodomésticos domiciliarios quemados, se les suman las maquinarias, implementos industriales, equipos de cocina, entre otros, que sufren averías ante el pésimo servicio de la ANDE.

Durante un conversatorio entre el presidente de la República, Santiago Peña, con decena de gremios, el mandatario destacó el potencial que tiene la ANDE e incluso se animó a decir que esta podría convertirse en una de las mejores empresas del país. Algo que a luces se nota está totalmente alejado de la realidad. La ANDE, no anda.

Paraguay cuenta con una producción energética renovable que es envidiada por muchos países, pero así como los sectores vulnerables no sienten el impacto del crecimiento del producto interno bruto (PIB), esa calidad energética no llega a los hogares por culpa de la ineficiencia del organismo que la distribuye.

Es cierto que el hurto de energía es una realidad, así como no podemos negar que existen empresas o granjas de criptomonedas que usan de forma irregular la energía, pero si el Gobierno, en realidad, piensa en atraer las tan ansiadas inversiones extranjeras, está caminando por el sentido equivocado.

Es momento de que las autoridades de la ANDE y el Gobierno en sí dejen de improvisar excusas para intentar justificar la ineficiente gestión que tienen para aprovechar los recursos energéticos en pos del desarrollo verdadero del país.

Urge un plan de inversión inteligente que priorice las necesidades de la población y del sector que actualmente mueve la economía.

Si no se da este paso, no se puede hablar de la instalación de grandes industrias de capital extranjero.

Ofrecer ventajas tributarias y energía barata como atractivos para las inversiones no sirve de nada cuando el sistema de distribución de la ANDE no funciona e incluso los canales establecidos para reclamos se ven saturados.

En las condiciones actuales, resulta hasta ridículo pensar en un verdadero proceso de industrialización, al menos, con empresas que tendrán una gran demanda de energía. No podemos correr cuando recién estamos empezando a caminar o gatear.

La crisis energética es una realidad y es probable que, cuando por fin el Paraguay cuente con un sistema de distribución de energía eficiente, la demanda supere a la oferta y se requiera de la generación de otro tipo de energía.

Mucho se ha hablado del posible grado de inversión, el cual dejaría a Paraguay en una posición privilegiada ante los ojos de los inversionistas, pero así también, mientras se “piensa en grande” cada vez aparecen más falencias por resolver. Para ganar el torne, primero hay que clasificar y luego tenemos un pie afuera.

El gobierno de Santiago Peña tiene este y otros grandes desafíos en puerta, por lo que urge que centre su atención en los problemas importantes y no solo en seguir buscando motivos para cuestionar el desempeño de su antecesor Mario Abdo Benítez.

Recién cuando la ANDE funcione como debería ser, se podrá pensar en un país que camine hacia el desarrollo.

Más contenido de esta sección