Los afectados volvieron a solicitar el cambio de la actual directiva de la Caja Municipal, a la que califican de usurpadora, y a cuyo frente se encuentra el cuestionado funcionario Bernabé Peralta, enquistado en este ente desde hace más de 30 años. También acusan de malversar los fondos jubilatorios al anterior titular, Luis Caballero, cuya administración habría otorgado a los jubilados préstamos con intereses muy altos, por lo que los acusan a ambos de utilizar la caja con fines usureros.
Durante la manifestación realizada por los jubilados, se produjeron algunos forcejeos y empujones con los efectivos de la Policía Nacional, debido a que los afectados querían ingresar al local, que se encontraba con las puertas cerradas y aseguradas, como si estuviera fuera de funcionamiento. El fragor de la protesta y el estado de alteración de los manifestantes llegó a su apogeo cuando una de las jubiladas, una mujer de la tercera edad, se descompensó y cayó al asfalto en medio de la lluvia.
Los afectados denunciaron que siguen sufriendo descuentos de sus haberes por parte de la administración de Peralta, porque durante la anterior gestión otorgaban a los jubilados préstamos usurarios u entregaban órdenes de compras.
Sin haberes. La actual administración precisa alrededor de G. 7.600 millones para el pago de los haberes jubilatorios y unos G. 700 millones para los sueldos de los funcionarios de la Caja, lo que obligaría a recaudar entre G. 4.000 a G. 6.000 millones mensuales. Según se informó, debido a la situación de quiebra en la que se encuentra este ente, tampoco se les abona el salario a los funcionarios, o se les paga en forma parcelada.
Ayer indicaron que se pagó a 914 funcionarios que perciben salarios menores a los G. 2.400.000, mientras que 1.536 aún no podrán percibir sus salarios porque no hay fondos suficientes para pagarles a todos.
En medio de este conflicto que se ahonda cada día, hay quienes aprovechan las manifestaciones de los jubilados para realizar campaña y asumir la administración de la Caja en quiebra.