A defender la familia de manera sabia, prudente, pastoral y evangelizadora que sea racional y razonable ante los múltiples desafíos, es el llamado que hizo ayer el padre César Nery Villagra, delegado de las FFAA y Policía Nacional.
Esto, durante la misa del Noveno día del Novenario en Honor a Tupãsy Caacupé, que tuvo como tema: ‘‘Orar y defender la vida y la familia’’.
El sacerdote se dirigió a la feligresía para abordar desafíos que enfrentan las familias, reflexionando primero sobre las complejidades del matrimonio, señalando las realidades amargas que a menudo se viven en el seno de los hogares, a pesar del ideal divino de la misma, según las Sagradas Escrituras.
‘‘En nuestras familias, no pocas veces hay dolor, violencia, maltrato, abandono, hechos que conspiran contra la comunión de vida y amor’’, expresó el padre Villagra.
Entre los problemas mencionados, el sacerdote destacó los problemas laborales, el individualismo, la casa como lugar de paso, el secularismo, el hedonismo, las ideologías, el narcisismo y el debilitamiento de la fe. Además, abordó cuestiones sensibles como los niños nacidos fuera del matrimonio y el abuso sexual en comunidades educativas y cristianas, instando a la protección de los niños y adolescentes.
También los problemas sociales como la migración de padres o madres por motivos laborales, la plaga de la droga, el alcoholismo y otros vicios ‘‘yerguen amenazantes’’ contra familias, niños y jóvenes vulnerables’’, indicó.
Idolatrías.
El padre Villagra habló de las ‘‘idolatrías modernas y la dictadura del relativismo’’, en el caso de la vida humana que quiere decidir quien vive y quien muere. ‘‘Se cae en la idolatría cuando el hombre asume el rol de Dios, y opta por el aborto, por la eutanasia o pretende establecer legislaciones que contemplan penas de muerte’’.
También es igualmente idolátrico, desde el punto de vista de la fe, ‘‘pretender instalar’’ la ideología de género, que “niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer’’, recordando que el matrimonio es una vocación humana y cristiana con el fin de comunicar la vida y así fundar una familia, según el proyecto de Dios.
En la misa de la tarde, siguiendo el tema del Novenario “Orar y defender la familia”, Monseñor Amancio Benítez, obispo de Benjamín Aceval, dijo que los Poderes del Estado no pueden ser los “Herodes actuales” que ponen en peligro la vida y la familia, al contrario, ‘‘deben promover leyes y programas de acción que defiendan la vida y la familia’’. Valoró y felicitó a los empresarios y autoridades que promueven una vida digna a la familia.
‘‘Lamentamos y denunciamos a los “Herodes actuales” que expulsan a familias campesinas e indígenas de su tierra, y condenan a la muerte a niños, madres y ancianos’’.
Asimismo, instó a los padres de familia a promover los valores, de respeto, diálogo, honestidad, honorabilidad, decencia, delicadeza, que enseñen a sus hijos a valorar la honorabilidad, más que cualquier otra cosa, ‘‘para que no se vendan por cualquier dolarcito’’. ‘‘Aníque emotï che apellido heimi ñanderu ymaguare’’, recordó el obispo Benítez.
Piden construir una sociedad justa desde la comunicación
Con un llamado a utilizar la comunicación como herramienta para construir una sociedad más justa y fraterna, la Pastoral de Comunicadores Católicos del Paraguay realizó ayer su peregrinación a la Basílica de Caacupé.
‘‘Contemplando con ojos atentos la realidad paraguaya’’, identificaron una alarmante presencia de desigualdades e inequidades sociales que se profundizan día tras día (...) ‘‘La pobreza, la exclusión, la falta de acceso a la educación, a la atención médica y la corrupción enraizada’’, destacaron en su manifiesto.
La comunicación actual, según la Pastoral, a menudo se ve marcada por un silencio cómplice y quienes trabajan en los medios de comunicación deben responder a los intereses de los empresarios, muchos de ellos dueños de esos medios, entonces la comunicación se sumerge en la complacencia o la indiferencia ante la injusticia y el sufrimiento de tantos hermanos y hermanas.
Los comunicadores indicaron que la manipulación de la información y la proliferación de desinformación, incluyendo noticias falsas y prensa amarillista, ‘‘erosionaron los cimientos de la confianza y la solidaridad’’ en la sociedad paraguaya, señaló la Pastoral.
A partir de hoy hasta mañana se liberará el horario de buses
En el marco de la festividad de la Virgen de Caacupé, el director de la Estación de Buses de Asunción (EBA), Jorge Soler, anunció que a partir de hoy se liberarán los horarios de buses desde el mediodía hasta el viernes 8 de diciembre hasta las 18:00.
“A partir del mediodía se liberarán los horarios de buses, recordamos a la ciudadanía que los pasajes serán cobrados solamente en efectivo”, sostuvo el director de la terminal.
El titular de la Estación de Buses acotó que se tendrá alrededor de 600 personas para servir a los viajantes.
Explicó que dividieron en dos los accesos; el primero para los que van a Ypacaraí y el segundo para los que irán directo a Caacupé. Estas vías estarán directamente direccionadas por el personal encargado.
Denuncias. Soler agregó que el precio del pasaje desde Asunción hasta Caacupé es de G. 8.400, mientras que hasta Ypacaraí es G. 5.600 y G. 6.200 hasta el desvío a San Bernardino y que en caso de sobrecostos del pasaje.
Ya comenzaron las quejas de los viajeros sobre cobro indebido de pasaje, esto se debe denunciar a la Dinatrán al WhatsApp (0962) 352-235.
Gastos del novenario llegan a G. 300 millones.
Dios se lo paga. La festividad de la Virgen de Caacupé no se sostiene solo por la fe. También demanda costos que deben ser cubiertos.
Los gastos durante los días que dura el novenario y la celebración del 8 de diciembre son varios. Desde el alimento de los servidores hasta la compra de hostias y el vino para la misa de cada día.
Hilda Noguera, administradora de la Basílica de Caacupé, comentó que la erogación para la festividad mariana es alta cada año.
Alrededor de 120.000 hostias son utilizadas durante todo el novenario. También se suman 100 hostias especiales y 500 grandes.
El vino para la Iglesia es de procedencia argentina, detalla. Se usan dos bidones de cinco litros durante todo el tiempo que se realiza la celebración.
Al igual que las hostias, los vinos están disponibles para su venta en la santería de la Basílica. “Nuestros mayores gastos no van por la hostia y el vino. Tenemos otros que se enmarcan dentro del rubro litúrgico también. Por ejemplo, la venida de los predicadores a Caacupé, su traslado tiene un costo”.
La administradora de la Basílica destacó que dicho gasto corre por cuenta de la Basílica. La erogación total por los 9 días del novenario, por dos sacerdotes distintos cada día, asciende a G. 12 millones. Esto incluye gastos de traslado, entre otros. También se deben comprar velas de distintas medidas. Las velas de 50 centímetros tienen un costo de G. 100.000 y por lo menos se usan 50 durante todo el novenario.
Salvo la ornamentación floral del 7 y el 8 que es donada por algunas personas, los otros días este trabajo tiene que ser pagado también, contó la administradora.
Ejército. Llevar adelante la celebración religiosa más grande del país, moviliza a un ejército de personas.
Servidores de varias áreas, sanidad, colectores, hospitalidad, misericordia, liturgia. Todos estos sectores son llevados adelante por los voluntarios, explica Noguera.
“Entre ellos, nadie tiene un sueldo. Pero a toda esa gente hay que darle por lo menos una merienda, un desayuno, algo así. Encima que vienen y están muchísimas horas, por lo menos algo hay que darles”, dice la administradora.
El coro también está compuesto por voluntarios, que ensayan todos los días. Algunas veces llegan otros coros de distintos lugares.
También se suman las horas extras de los funcionarios de la Basílica que reciben la remuneración habitual por su trabajo diario.
La responsable de los números en la Basílica destacó que aunque no tienen grandes aportantes, pueden solventarse gracias a la ayuda que da la gente. “Vivimos de la generosidad del pueblo que aporta ese 2.000, 5.000, 10.000. Por lo visto, todos los que vienen aportan, por eso es que los números cierran para cubrir los gastos. El operativo en sí tiene un costo de más de 300 millones de guaraníes”.
LAS CIFRAS
24 guaraníes es el costo de las hostias pequeñas. Se usan 120.000 en total.
272.000 guaraníes es el costo de cada bidón de vino y se usan dos de cinco litros.
100.000 guaraníes cuesta la vela grande, la que tiene 50 centímetros.
