En su momento, se presentó como un gran logro, pero tuvieron que pasar dos años para que entre en funcionamiento a instancias de la cartera sanitaria. Durante la pandemia tuvo una habilitación provisoria que quedó sin efecto al levantarse el estado de emergencia sanitaria.
La muerte de niños por falta de terapia empezó a movilizar a varios sectores de la sociedad que empezaron a pedir explicaciones sobre los motivos por el que las tan promocionadas camas de UTI-P no funcionaron. Esto generó roces entre la Comuna y los directivos del Hospital Regional. Los afectados calificaron al intendente Miguel Prieto de mentiroso.
A la vez, propició la reacción del jefe comunal que el 15 de agosto pasado encabezó una gran manifestación donde calificó a los médicos de “asesinos”, por no habilitar las camas de terapia pediátrica. Esto terminó crispando aún más la relación entre el Ministerio de Salud Pública y la Comuna, que dejó acéfalo el Consejo Local de Salud y cortó todo tipo de ayuda al Hospital Regional.
A partir de esta situación, el Ministerio de Salud reaccionó buscando explicación de lo que estaba ocurriendo. Así se supo que se necesitaba una inversión superior a G. 1.000 millones para adecuar el edificio para cumplir con los estándares que exige el protocolo vigente para habilitar este tipo de servicios. Se lograron los fondos, se hicieron las adecuaciones y finalmente ayer la ministra de Salud, María Teresa Barán, entregó el servicio habilitado a la comunidad altoparanaense.
“El objetivo nuestro es potencializar todo el sistema de salud. De nada me sirve potenciar el Hospital Regional y los hospitales distritales si no potencio las Unidades de Salud Familiar. La idea es mejorar toda la red de servicio”, refirió.
PRESIÓN. El abogado Wilson Benítez, quien presentó una nota sobre el problema que había con las camas de UTI Pediátrica del Hospital Regional ante la Cámara de Diputados con el apoyo de otras organizaciones civiles, celebró la puesta en marcha del servicio. “Nos reunimos con las autoridades de la Décima Región Sanitaria y nos dijeron que faltaba G. 1.250 millones para poder adecuar el edificio y hoy se da por terminado esta lucha, se logró el objetivo. Damos gracias a Dios y a las autoridades porque era una necesidad imperante”, comentó al señalar que la presión ciudadana fue decisiva para el efecto.
Son seis camas de cuidados intensivos del área de Neonatología y Pediatría. Las obras de readecuación fueron ejecutadas con fondos propios del Ministerio de Salud, lo que permitió dotar de condiciones exigidos para este tipo de unidad, cumpliendo con los protocolos de bioseguridad y biotecnología. La Fundación Tesãi tuvo a su cargo la inversión para el sistema de gases medicinales.
La X Región Sanitaria ofrece atención médica en sus diversos servicios de salud y que con la habilitación de la UTI Neonatal y Pediátrica se logrará optimizar la atención brindada a la ciudadanía, especialmente, a los niños y niñas menores de cinco años.
La estructura en cuestión fue utilizada durante la pandemia como pabellón de contingencia y se habilitó en carácter provisorio como UTI, por lo que el personal está altamente preparado para cubrir el servicio. Cuando se levantó el estado de emergencia sanitaria, también quedó sin efecto la habilitación provisoria del servicio de cuidados intensivos.