En la nota entregada por mesa de entrada este martes en el Rectorado de la UNA, señalan que la actualización de vínculos de cooperación con un Estado actualmente señalado por la comisión sistemática de crímenes de guerra y actos de genocidio “representa no solo una decisión políticamente cuestionable, sino también moralmente inadmisible para una institución pública de educación superior comprometida con los derechos humanos, la justicia y la paz”.
Por eso, solicitan la suspensión de toda relación institucional formal con el Estado de Israel, incluyendo acuerdos de cooperación académica, visitas diplomáticas y actividades conjuntas, “mientras persistan las graves violaciones al derecho internacional y no se verifiquen avances significativos hacia el cese de hostilidades y la rendición de cuentas”.
Según Rubén Darío Cáceres, uno de los peticionarios, ellos no están con el terrorismo de Hamás ni con el antisemitismo, pero tampoco para permanecer indiferentes ante lo que acontece en la Franja de Gaza.
En la nota repudian la reciente visita oficial a la UNA del embajador del Estado de Israel, Amit Mekel, el pasado 13 de mayo en el marco de una actividad promovida por la Secretaría Nacional de la Juventud, que incluyó reuniones con autoridades de la UNA y recorridos por centros de investigación científica y tecnológica de la institución.
Argumentan que desde octubre de 2023, en represalia a ataques por parte de fuerzas irregulares contra civiles, ocurridos en territorios controlados por Israel, más de 55.000 personas palestinas han sido asesinadas en Gaza –la mayoría mujeres, niñas y niños– como resultado de bombardeos, asedios y ofensivas terrestres ejecutadas por el Estado de Israel.
Dicen que la Universidad Islámica de Gaza contaba con aproximadamente 17.000 estudiantes antes del conflicto, con más del 60% de participación femenina. Actualmente, ningún campus universitario permanece en pie en la Franja de Gaza. Aclaran enfáticamente que la postura que asumen no es contra el pueblo judío.
Además, más de 200 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación han sido asesinados por ataques selectivos de parte de las fuerzas israelíes, según el Sindicato de Periodistas Palestinos, “lo que convierte este conflicto en el más mortífero de la historia para los trabajadores de prensa. Esta política busca evitar que el mundo conozca las atrocidades cometidas”, alegan.
Añaden que el pasado 30 de marzo, una misión conjunta de la Media Luna Roja Palestina (MLRP) y la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA) descubrió una fosa común en Rafah, donde se encontraron los cuerpos de ocho paramédicos de la MLRP, seis trabajadores de defensa civil y un miembro del personal de la ONU. “Todos fueron asesinados por el ejército israelí mientras intentaban socorrer a víctimas de los bombardeos del 23 de marzo”.
Para estos egresados de la Facso, “resulta inadmisible” que la UNA reciba con honores a un representante oficial del Estado responsable de estos hechos, sin emitir al menos una postura crítica o de distanciamiento institucional. “Nos preocupa que esta visita contribuya a normalizar o incluso legitimar, ante la comunidad universitaria paraguaya, a un régimen internacionalmente denunciado por prácticas de ocupación, apartheid y limpieza étnica”, destacan.
Reclaman una declaración institucional clara por parte de la UNA, en defensa de la legalidad internacional, condenando los ataques contra instituciones educativas y sanitarias en Gaza. Además, que se exprese la solidaridad con las víctimas civiles, en particular con la comunidad académica palestina.