Además del largo feriado unido al asueto dispuesto por el propio Congreso con respecto a hoy, la Cámara comenzó desde la semana pasada y estiró hasta ayer una postal recurrente que es el vacío cuando las autoridades omiten acciones para mitigar el planillerismo.
El vacío era evidente por parte de buena cantidad de funcionarios que en fechas normales colman los pasillos de la Cámara Baja.
Esta situación está avalada además por la existencia del formulario para otorgar comisionamientos. El titular de la Cámara Baja, Raúl Latorre, debió suprimir hace meses de acuerdo con su promesa de finales de 2024.
La decisión había sido tomada en un momento en que el planillerismo era utilizado por gente que se aprovechaba de los comisionamientos y que se tornó en un escándalo. Llegó al punto de que la prima del ministro de MUVH, Juan Carlos Baruja, que estaba contratada en la Cámara de Diputados, en vez de asistir atendía su negocio en horario laboral.
Cabe recordar que el mecanismo de comisionamiento no es otra cosa que la puerta de entrada al planillerismo.
Generalmente las autoridades otorgan este beneficio a personas de su confianza, sean estos familiares u operadores políticos.
Lo cierto es que no existen garantías que mediante el llenado de una planilla, se pueda comprobar que el funcionario asistió y cumplió regularmente con sus tareas.