El cumplimiento de la meta de déficit fiscal para el cierre del presente año, establecido en 2,3% del producto interno bruto (PIB), será uno de los desafíos principales a los cuales deberá hacer frente el próximo gobierno del presidente electo Santiago Peña, según lo que consideran representantes de la calificadora Fitch.
Por medio de un análisis reciente citado por medios y agencias internacionales, Fitch señala que la meta fiscal del año pasado, que era de 3% del PIB, sí se pudo cumplir, pero hace énfasis en que alcanzar el objetivo en el 2023 será más difícil, considerando sobre todo que los reportes oficiales al cierre del primer cuatrimestre hablan de una caída de los ingresos del 2% y un aumento del 16% en el gasto público.
En ese sentido, resalta que el déficit fiscal anualizado se ubica actualmente en la referencia de 3,5% del PIB, según informó semanas atrás el Ministerio de Hacienda. No obstante, el comentario emitido desde la calificadora también hace alusión a que se percibe un compromiso de las nuevas autoridades para volver al techo que se establece en la Ley de Responsabilidad Fiscal.
“Creemos que el Gobierno dará prioridad al retorno al cumplimiento de la norma de déficit fiscal del 1,5% del PIB en el 2024, tras varios años de desviación debido a choques externos”, indica el reporte. A su vez, desde Fitch resaltan que el cumplimiento de la meta es importante para preservar el historial de prudencia fiscal de Paraguay y para estabilizar la proporción de deuda con respecto al PIB, relación que aumentó sustancialmente desde el 2018.
DETALLE. Al cuarto mes del año, conforme a los datos que dio a conocer Hacienda en el marco del informe de Situación Financiera de la Administración Central (Situfin), se tuvo un déficit del 1,4% del producto interno bruto (PIB), que representa un monto aproximado de USD 616 millones. Asimismo, se registró un resultado operativo negativo del -0,6% del PIB (USD 273,1 millones) y un resultado fiscal anualizado de -3,5% del producto.
Roberto Mernes, viceministro de Economía, había señalado que la cifra negativa en abril se relaciona sobre todo con el menor nivel de recaudación tributaria y la baja en ingresos de contribuciones sociales, así como mayores gastos en salud, jubilaciones y pensiones y programas sociales. Además, hubo un notorio aumento de la inversión pública, había añadido.
Puntualmente, el incremento en la inversión acumulada al cierre del primer cuatrimestre del año fue del 8,4%, resaltando la mayoritaria participación de inversiones que corresponden al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), de acuerdo con las estadísticas. Por otro lado, al hablar del gasto total, el informe oficial exhibe que también se dieron aumentos en otros de los componentes principales, como es el caso de las prestaciones sociales (23,6%), de las donaciones (20,9%) y de los intereses (19,2%). A su vez, el uso de bienes y servicios creció casi 40% y las remuneraciones al personal público se expandieron en más de 7%.
2,3% es la meta de déficit fiscal que se trazó para este año, por debajo de la cifra de 3% que se cumplió en 2022.
Esperan una continuidad en las políticas económicas
En el marco de una charla organizada por la consultora CPA Ferrere, Christopher Dychala y Todd Martínez, representantes de Fitch, desarrollaron el tema del camino que debe seguir Paraguay para alcanzar el grado de inversión y, en una parte de la exposición, detallaron sobre los desafíos que debe enfrentar Santiago Peña. A más del déficit fiscal, los expertos señalaron que desde la calificadora se espera que haya continuidad en las políticas económicas de la nación y consideraron que el apoyo político en el Congreso puede ser un factor relevante para facilitar la agenda del próximo presidente, aunque se advirtió sobre la necesidad de manejar las facciones dentro del Partido Colorado. Además, señalaron puntos como el tratado de Itaipú, el avance del acuerdo con el FMI y el caso Paracel como interrogantes.