El Ministerio Público pidió cuatro años de cárcel para el responsable del Centro Cultural La Chispa, luego de que el procesado diera su declaración y se extendiera por más de una hora ante los jueces Héctor Capurro, Juan Carlos Zárate y Yolanda Portillo, quienes lo escucharon y le formularon numerosas preguntas sobre su testimonio.
Posteriormente, la Fiscalía hizo sus alegatos.
Sebastián Coronel explicó que se encargaba de toda la gestión administrativa ante la Comuna de Asunción y las ferias y actividades que se realizaban en el Centro Cultural La Chispa. Además, que llegó a varios acuerdos con los vecinos para evitar que sean molestados.
No obstante, rememoró que con algunos pobladores de la zona las relaciones ya estaban rotas antes de su gestión, por lo que no pudo hablar con ellos.
Incluso, dijo que ponían guardias para evitar que se hicieran pintatas en las paredes del Asunción Palace Hotel, declarado patrimonio histórico de la ciudad de Asunción.
Así también remarcó que no manejaba los equipos de sonido, que no sabe de eso, ya que es licenciado en Ciencias de la Comunicación. También que cada grupo que tocaba llevaba su propio equipo de sonido y sus sonidistas.
Igualmente, que nunca fue notificado de ninguna sanción por parte parte de la Municipalidad de Asunción, además de que no dialogó con los funcionarios municipales ni la Fiscalía, porque no sabía que realizaban mediciones, y que se enteró en el juicio oral. Sí habló con los agentes policiales.
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Refirió que los 80 decibeles se alcanzan con 20 personas que están hablando, y que la ordenanza que les referían no estaba vigente, ya que es del 2004, y reglamenta la Ley 1100, que ya está derogada actualmente.
Por otro lado, relató sobre las actividades que realizaban, las mejoras que llevaron a cabo en la cuadra de Estrella entre Colón y Montevideo, en el microcentro de Asunción, donde están ubicados.
También que, tras la imputación, cerraron el centro cultural, pero que los vecinos igual no pueden dormir por las actividades que se realizan en el Centro Histórico de Asunción.
Sobre los vecinos que se quejaban, dijo que era una opinión de ellos, ya que sus hijos también participaban de las actividades del centro cultural.
Después, la fiscala Elvia Catalina Chávez presentó sus alegatos iniciales en el juicio oral, donde se ratificó de su acusación. Citó a los testigos que declararon, especialmente, las personas que sufrieron daños en su salud por los ruidos molestos que no le permitían dormir.
Incluso, la agente presentó informes de la Municipalidad que señalaban que el Centro Cultural La Chispa aún no tenía licencia comercial, a más de la suspensión de actividades, entre otros.
Sobre este punto, la defensa sostuvo que La Chispa sí tenía patente y licencia comercial como centro cultural y que esto incluso consta en la propia carpeta fiscal.