20 abr. 2024

El tiempo NO está de nuestro lado

-Columnista invitada

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Foto: Gentileza Fridays for Future

* Master en Sustentabilidad (The University of Sydney) — Licenciada en Comunicación (Bond University)

Y por eso marchamos. Porque nos urge actuar y exigir #accionporelclima a nuestros gobiernos.

Esta manifestación es una más, de cientos que se vienen realizando a nivel mundial (GlobalClimateStrike.net/ Fridays for Future/ Fridays for Future Paraguay) con el objetivo de exigir un mayor compromiso político que se vea reflejado en medidas de control y políticas justas con el medioambiente, y promover la disminución del uso de combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural) alrededor del mundo.

Las cifras indican que 80% del consumo de energía a nivel mundial viene de combustibles fósiles, siendo solo 19% de recursos renovables (“Sobreviviendo al Siglo 21”, Julian Cribb).

En Paraguay, según la Asociación Paraguaya de Energías Renovables, más allá de generar energía limpia de nuestras centrales hidroeléctricas, consumimos solo el 15% del total, e importamos combustibles fósiles que representan el 35% de la energía que consumimos. Adicionalmente, aproximadamente 50% de la población obtiene energía de la quema de leña.

El cambio climático es reconocido por ser un fenómeno generado por la acción del hombre a lo largo de siglos; la falta de consciencia, la falta de políticas adecuadas, la falta de compromiso, la ambición desmedida, son mencionados como moneda corriente en todo el mundo.

Los efectos del cambio climático se sienten en Paraguay, en China, en Europa, en todos lados, y en nuestro día a día: olas de calor sin precedentes, graves sequías, inundaciones terribles, consecuencias en los ecosistemas y los servicios que estos proveen, como el suministro de alimentos y de agua; la pérdida de biodiversidad, las plagas, las enfermedades como el dengue, la malaria, enfermedades diarreicas y enfermedades respiratorias. Sobre esto último, según la Organización Mundial de la Salud, 9 de cada 10 habitantes en el mundo respiramos aire altamente contaminado a raíz del cambio climático, siendo la polución de aire responsable de casos de cáncer de pulmón, enfermedades cardiacas, e incluso accidentes cerebrovasculares.

Además, y muy importante, en países como el nuestro el cambio climático y sus efectos exacerban las condiciones de vulnerabilidad de millones, empeorando su situación de pobreza y de inseguridad alimentaria.

Los recursos hídricos y boscosos en Paraguay se ven afectados por el cambio climático.

Tomando el caso reciente del Jardín Botánico, es muy importante que haya un cambio de consciencia en la clase política y que puedan considerar tomar sus decisiones teniendo en cuenta no solo el desarrollo económico o el ordenamiento urbano, sino que consideren planes y escenarios que tengan en cuenta –sobre todo– el impacto medioambiental y social a largo plazo.

Por un lado, y como lo expone el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático del Gobierno Nacional del 2016, los efectos del mismo le costaron a la economía paraguaya, solo en el sector agropecuario, aproximadamente USD 1.000 millones.

Por otro lado, se sacrifican ordenanzas y leyes que ponen en riesgo nuestros recursos naturales –lo cual agrava el cambio climático– en pos de un desarrollo económico. Es un círculo y una contradicción, ¿verdad?

Citando a Mary Robinson (ex presidenta de Irlanda y alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) en su libro “Justicia Climática”:

“La crisis climática es una crisis humanitaria y debe trabajar para el bien de todos, o no funcionará para nadie”.

Además de exigir #accionporelclima a nuestros gobernantes, nosotros también debemos seguir en el camino de ser y vivir más conscientes de nuestro impacto hacia el medioambiente.

Les dejo algunas recomendaciones:

1. Alimentación. Intentemos reducir el consumo de carne vacuna (la ganadería es una de las industrias que más agotan/desgastan los suelos).

Consumamos más alimentos producidos localmente.

Intentemos tener nuestra propia huerta.

2. Agua.¡Limitemos el tiempo de nuestros baños!

Impulsemos una conducta cívica respetuosa en espacios públicos, utilizando siempre los cestos de basura, evitando que la misma termine en arroyos, ríos o playas. Demos el ejemplo e influenciemos a quienes no tienen aún esta consciencia.

3. Aire.¡Continuemos plantando árboles, porque necesitamos aire más puro! Si no tenemos este hábito, una buena forma de empezar puede ser apoyando a organizaciones locales que lo vienen haciendo.

Para reducir la cantidad de automóviles en las calles y sus emisiones, sería ideal poder contar con bicisendas seguras por las que uno pueda transitar sintiéndose protegido; esto debería formar parte de un plan mayor de organización urbana.

El transporte público también debería ser cada vez más seguro y con estándares altos de respeto por los pasajeros.

4. Energía.Desconectemos nuestros artefactos cuando no los usemos.

Apaguemos las luces cuando no estemos presentes.

Intentemos usar el aire acondicionado en temperaturas mayores a 23 grados, pues se consume menos energía.

Apoyemos causas locales/regionales/mundiales que promuevan dejar de utilizar combustibles fósiles para energía. Si Australia es uno de los mayores contribuyentes de emisiones a raíz de esto, eso también nos afecta en Py. El planeta es uno solo.

5. ¡Vivamos más simple, intentemos consumir menos!

Ya quedó demostrado que nuestro planeta tiene recursos que no son infinitos y nos lo viene diciendo de muchas formas a través de los fenómenos que fuimos mencionando.

Intentemos cambiar viejos paradigmas de consumo y de compra.

6. ¡Reciclemos! Intentemos separar nuestros plásticos, vidrios y papeles.

También empecemos a reducir la cantidad de orgánicos que tiramos al basurero (frutas, verduras, cáscaras de huevos, otros) y experimentemos con el compostaje. Si no sabemos cómo, hay talleres que están siendo promovidos en redes sociales.

De vuelta, esto debería ser promovido desde los Municipios y dentro de un plan mayor de manejo de residuos sólidos a nivel nacional. Aproximadamente 60% de los desechos en Cateura, por ejemplo, son orgánicos.

7. Para nuestras instituciones públicas:

Necesitamos campañas de concientización y educación sobre diversos temas que son cruciales para revertir la situación en la que estamos, y de esa forma aprender entre todos a vivir de manera más sustentable como país, influenciando en la región, y en el planeta.

Recordemos que el tiempo ya NO está de nuestro lado y por lo tanto necesitamos #ACCIONporelCLIMAya

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