Zhai, profesor de la Universidad Renmin de Pekín, indicó este jueves que, “sin duda alguna, el número de personas nacidas continuará cayendo este año, así como en los siguientes”.
Según datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas, el número total de nacimientos en China disminuyó en aproximadamente 630.000 durante 2017 -con un total de 17,23 millones-, en comparación con 2016.
La principal explicación de esta tendencia, apuntó Zhai, es la reducción del número de mujeres en edad fértil, un grupo poblacional que pierde entre cinco y seis millones de personas cada año -en 2017, el 17,3% de la población china tenía más de 60 años-.
“Incluso, aunque la tasa de natalidad se mantenga, el número total de personas nacidas seguirá cayendo”, continuó el presidente de la Asociación.
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Asimismo, otra de las razones citadas es que, tras el final de la política del hijo único, las mujeres que planeaban ser madres por segunda vez se quedaron embarazadas rápidamente, por lo que el repunte en los nacimientos derivado de esta situación “terminará pronto”.
Pese a sus expectativas pesimistas, el experto reconoce que la medida ha tenido un efecto positivo: “Sin la política del segundo hijo, el número de nacimientos experimentaría una caída aun más drástica”.
De hecho, según los datos ofrecidos por Zhai, más de la mitad de todos los nacimientos registrados en China el último año fueron segundos hijos.
El profesor apuesta por la creación de un “entorno más propicio” para que las parejas tengan hijos, con medidas como la apertura de más guarderías.
“Sin embargo, tenemos que darnos cuenta de que las diversas medidas diseñadas para fomentar el número de nacimientos no detendrán la caída de la tasa, como ya han mostrado las experiencias en otros países desarrollados (de la zona) como Japón y Corea del Sur”, sentenció.
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El 1 de enero de 2016 entró en vigor la reforma legislativa que permitía a todas las parejas chinas tener dos hijos y ponía fin a casi cuatro décadas de estricto control de la natalidad que, según cálculos, evitó unos 400 millones de nacimientos.
Pese a esto, el coste elevado de aspectos como la educación o las nuevas prioridades laborales de las mujeres frenan a las parejas que quieren tener su primer hijo, así como a las que desean tener al segundo.