VILLARRICA
La poesía de Manuel Ortiz Guerrero, uno de los más grandes exponentes de la literatura paraguaya, sigue latiendo en cada rincón de Villarrica. Su vida breve, marcada por la adversidad y la enfermedad, no impidió que se convirtiera en símbolo eterno de la sensibilidad nacional.
Hoy, a más de 90 años de su muerte, sus pertenencias personales, manuscritos y reliquias permanecen intactos en el Museo Maestro Fermín López, un espacio que no solo preserva la memoria de un poeta universal, sino también la historia profunda de un pueblo que respira cultura.
IDENTIDAD GUAIREÑA. El Museo Maestro Fermín López es uno de los guardianes de la identidad guaireña y fue fundado sobre un edificio histórico que data de 1842, donde inicialmente funcionó una escuela.
Este recinto se transformó con el tiempo en el refugio de la memoria local. Su primer maestro, don Fermín López, un gran educador, dejó huellas imborrables. Hoy, aquel espacio se erige como testigo silencioso de la evolución cultural de la región.
Entre sus principales tesoros, el museo guarda un acervo único ligado a la vida y obra del poeta Ortiz Guerrero. Se exhiben la pluma con la que escribió sus poemas inmortales, manuscritos originales, retazos de imprenta, cartas personales, una cámara fotográfica, sellos y hasta una bombilla de uso cotidiano.
Cada pieza narra una parte íntima de su historia y permite comprender cómo un hombre, nacido en la humildad de Villarrica, logró trascender con obras como Panambi Vera, Ne rendápe aju o Loca, que se convirtieron en referentes poéticos del Paraguay.
El museo también conserva objetos cargados de simbolismo como una reja donde Ortiz Guerrero recitó por primera vez Ne rendápe aju, en 1916, dedicado a Iluminada Arias, y una máquina de coser que regaló a su compañera de vida, Dalmacia Sanabria.
Estos objetos no solo evocan al poeta, sino también al hombre sensible que, pese a su enfermedad, supo amar, crear y dejar huellas imborrables en la historia nacional.
En 2024, la Dirección de Cultura, Deporte y Turismo logró un paso trascendental, el acervo cultural del Museo Maestro Fermín López fue declarado Bien de Valor Patrimonial del Paraguay, conforme a la Ley Nº 5621/2016 de Protección del Patrimonio Cultural.
Este reconocimiento eleva el estatus del museo y consolida su importancia en la preservación de la memoria histórica del Guairá y del país.
Nadia Barreto, responsable de la Secretaría de Turismo de Villarrica, resaltó a Última Hora que Manuel Ortiz Guerrero es una de las más grandes joyas culturales que identifica a los guaireños.
“Él supo dejar en versos y melodías el alma sensible de nuestra tierra. Desde la Secretaría de Turismo de Villarrica es un honor para mí compartir con nuestros visitantes sus historias y obras, como un legado vivo que alimenta la memoria colectiva y fortalece nuestra identidad cultural. Orgullo de la guarania y de la poesía paraguaya, su legado nos inspira a seguir mostrando al mundo la riqueza cultural, artística e histórica de nuestra ciudad”, expresó Barreto.
El acervo del Museo Maestro Fermín López va más allá del poeta. Entre sus salas, el visitante puede recorrer distintas épocas a través de muebles antiguos, armas de la Guerra de la Triple Alianza, utensilios de caballería, prensas de hierro y de madera, y vestigios de la imprenta local que sostenía un diario villarriqueño hasta los años 70.
Ubicado detrás de la Catedral Espíritu Santo, el museo abre sus puertas de lunes a viernes de 07:00 a 17:00, y los sábados de 08:00 a 11:00. Estos son los horarios vigentes, aunque las visitas grupales pueden coordinarse de manera especial a través de Senatur.
El legado de Manuel Ortiz Guerrero, inmortalizado en su obra y resguardado en el Museo Maestro Fermín López, no es solo parte de la memoria guaireña, es un patrimonio vivo del Paraguay entero.